Sociedad

21/5/2020

“Maquinitas” de belleza: se revela estafa piramidal

La empresa Nuskin abusa de la precariedad laboral y la miseria salarial, un terreno fértil para estas estafas.

La denuncia a la estafa piramidal de la empresa Nu Skin ha inundado los programas televisivos, noticieros y sitios web de noticias. El tema ha tomado alcance mediático porque involucra a mujeres famosas en el circuito mediático que promocionaban los aparatos que ofrece esta empresa fraudulenta.


Nu Skin se presenta como una empresa internacional de venta directa de productos de belleza con más de 800 mil distribuidores en todo el mundo. Tiene sede en la ciudad de Utah, en Estados Unidos y fue fundada en 1984. Sus directivos tienen lazos con diversas organizaciones, agencias gubernamentales y otras corporaciones internacionales de venta de productos. En la sección “Trabajo” de la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Nu Skin, con sede en Puerto Madero, aparece descripta como una “oportunidad comercial excepcional con productos innovadores”.



Su principal producto es la Lumispa, un masajeador facial que promete resultados milagrosos. Pero, como ha sido puesto en evidencia, el negocio no está en la reventa de la “maquinita” sino en la cooptación de mujeres. Sucede que para ingresar al circuito de venta de los productos Nu Skin, las distribuidoras deben comprar sus productos. Por ejemplo, Nu Skin vende las Lumispa arriba de los $25.000, cuando el precio comercial en farmacias o de venta online de esos aparatos es un cuarto o la mitad. Además, hay otras máquinas, productos antiage, cursos, etc., que se van acumulando. Las vendedoras se llenan de productos caros que nunca venden. La forma de recuperar el dinero “invertido” es reclutando a otras distribuidoras. Según una encuesta, el 93% de las distribuidoras no gana nada. Los que ganan son los dueños de Nu Skin.


Se trata de un mecanismo completamente fraudulento. Nu Skin coopta mujeres bajo la promesa de lograr independencia económica. Convoca reuniones masivas en lugares lujosos, que han sido presentadas generando la expectativa de ser una suerte de entrevista laboral o de una posibilidad de generar ingresos. Aseguran viabilidad de éxito en el futuro cercano: ganancia fácil y exorbitante, manejo del tiempo de trabajo según posibilidades, realizar viajes. Nunca se enseña cómo vender, sino cómo sumar otras mujeres.


En la web, la información está manipulada y oculta, porque Nu Skin pone un ejército de comentadores a “sembrar” comentarios positivos en las publicaciones, empujando las advertencias y comentarios negativos al fondo de las páginas web y de las publicaciones. También difunden miles de videos con los supuestos beneficios de los productos y de la empresa y acosan y amenazan a quienes alertan de la estafa.


Nu Skin hace publicidad en redes sociales, de forma muy barata, a través de “influencers”: mujeres famosas en el circuito mediático con miles de seguidores en la red social Instagram. Las “influencers”, asesoradas por Nu Skin, arman cuentas paralelas a las suyas oficiales, especiales para vender este producto. Difunden fotos con el producto de las cuales se interpreta (cuando no dicen explícitamente “inviertan porque los resultados son mágicos”) que resultados inalcanzables de belleza facial fueron logrados con las Lumispa. Se trata de una falsedad completa: son productos cuya potencia, ingredientes y capacidad de penetración en las capas de la piel es completamente superficial (e incluso puede dañarla). Los resultados de belleza facial que se muestran en redes sociales suelen obtenerse con tratamientos carísimos o incluso son imágenes manipuladas, pero si colocan estos productos entre algunos/as de sus miles de seguidores ganan una comisión.


Nu Skin tiene demandas de todo tipo y en todo el mundo, por lo menos, desde 1994: por mentir en los efectos de sus productos y por ser una estafa piramidal. En la provincia argentina de Mendoza, en el año 2015 cuando un sitio de noticias local publicó sobre la estafa, recibió un tendal de cartas documento en su contra. Finalmente, Nu Skin abandonó la provincia. Con la difusión que ha tenido en esta oportunidad el tema, han aparecido miles de testimonios de mujeres que fueron estafadas.


Otras “empresas” funcionan de la misma forma, como por ejemplo Herbalife. Nu Skin se aprovecha de la vulnerabilidad de las mujeres trabajadoras: precarizadas, con varios empleos para poder subsistir, la poca disposición de tiempo, producto de otros trabajos principales o tareas domésticas y urgidas por obtener ingresos para vivir. La precarización laboral, la falta de trabajo genuino y la miseria salarial son el terreno fértil para estas estafas.