Sociedad

20/10/2020

Martín Insaurralde obliga a vecinos a mudarse a bloques de chapa en terrenos inundables

El municipio de Lomas de Zamora sigue hostilizando a los vecinos del barrio Unión y Fuerza para forzar su desalojo.

De las amenazas a la acción, el gobierno municipal de Martín Insaurralde acaba de proceder al desalojo de una parte de los vecinos y las vecinas del barrio Unión y Fuerza, en la delegación Santa Catalina de Lomas de Zamora, reubicándolos en terrenos inundables, sin servicios esenciales y en construcciones de chapa que no llegan ni a la calidad de un contenedor y que de ninguna manera se pueden llamar viviendas.

Se trata de unas primeras 40 familias, las que vivían en las condiciones más precarias y las cual habitan el barrio desde hace algunos meses. En este caso, los vecinos y vecinas fueron abordados por funcionarios del municipio, quienes a fuerza de hostigamiento, amenazas de desalojo y promesas de tierras en buen estado provocaron la reubicación de las mismas en terrenos baldíos, donde montaron endebles estructuras de chapa.

Estamos ante una situación escandalosa ya que el municipio es el promotor de una reubicación forzosa en terrenos que no cuentan con ninguna condición para ser habitado, donde se vive como animales y en donde incluso corre riesgo la vida de las personas.

Las “casillas” consisten en precarias instalaciones de chapa que no se encuentran sujetadas a nada, ni cuentan con aislamiento alguno. El piso es el de la tierra misma y en tiempos lluviosos directamente el lodo. Tampoco cuentan con baño o instalaciones sanitarias, justamente en medio de la pandemia de Covid. Las mismas no han logrado resistir la prueba de una semana de habitación, cuando la lluvia hizo estragos en las pertenencias de las 40 familias alojadas bajo estas condiciones, varios de ellos con niños menores.

Mientras el municipio insiste que los traslados habrían sido “voluntarios”, en los hechos los vecinos se vieron impedidos de cualquier otra alternativa siempre que desde el Ejecutivo municipal se insistía con la inminencia de un desalojo en caso de negativa.

Mismo método se viene implementando contra los vecinos más antiguos del barrio Unión y Fuerza, los cuales se encuentran habitando esas tierras hace varios años. El barrio se encuentra inscripto en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), lo que ampara a las familias ante cualquier intento de desalojo por vía judicial, pero no los protege del acoso del Estado.

Esto explica porque el gobierno municipal de Martin Insaurralde viene procediendo con un asecho permanente sobre las familias, hostilizándolos con distintas acciones (operativos sorpresa, amenazas de desalojo, bloqueo de materiales de construcción, etc.), incluso se ha llegado a la amenaza de cortarles los servicios más elementales. Todo bajo el propósito de ablandar a los vecinos para que estos cedan ante las presiones municipales.

Los funcionarios tampoco han sido claros respecto a los proyectos municipales, lo que ya ha empezado a correr la idea de que sus objetivos serían desalojar toda la franja de viviendas aledañas al arroyo Mujica, en el trecho de más de 20 cuadas del mismo hasta el riachuelo, lo que abarcaría a mas de mil familias asentadas desde hace años.

Denunciamos las condiciones de ultraprecariedad y miseria en las que el municipio de Lomas de Zamora pretende “resolver” la situación habitacional de las familias y hacemos responsable al intendente Insaurralde de cualquier consecuencia en la salud de los vecinos por estas condiciones infrahumanas de habitat. A su vez, reclamamos el fin de las hostilidades contra los vecinos del barrio Unión y Fuerza y el retiro inmediato de los funcionarios de sus tierras. El Estado debe garantizar los servicios básicos en el barrio, no hostilizar a sus habitantes.