Luego de los comentarios 'gay-friendy' del Papa el año pasado (“No soy quién para juzgar a los homosexuales”), la Iglesia católica dio a conocer el documento del último Sínodo de la Familia convocado por Francisco.

La prensa ha divulgado la idea de que la Iglesia se estaría abriendo por obra del Papa argentino. Sin embargo, él mismo, como Arzobispo de Buenos Aires, organizó en 2010 junto a otras iglesias la campaña 'pro-familia' contra el “plan del demonio” (sic) que era para él la ley de matrimonio igualitario.

El documento del Sínodo dice que “las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana”. La Iglesia, en crisis hace años (por negociados, denuncias de pedofilia y complicidad con dictaduras), se ve obligada a abrir el juego para reconvocar a los fieles. Pero hace esto sin dejar dudas de su doctrina de fondo: “La Iglesia, por otra parte, afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer”.

Repudiamos la demagogia que envuelve esta nueva imagen que pretende mostrar la Iglesia católica, mientras pacta con el kirchnerismo la aprobación express del Código Civil reaccionario contra los derechos de las mujeres y la clase trabajadora. El pacto del Papa y CFK solamente puede parir miseria y más marginación para nosotros. Hay que exigir la separación de la Iglesia y el Estado.