El intendente del partido bonaerense de Merlo, Gustavo Menéndez, atacó este martes en declaraciones públicas a las familias que toman tierras, acusándolas de violentas, y protestando porque “después van (sic) a la intendencia a pedir que le ponga tosca a las calles, una escuela o posta policial” (Ámbito, 15/9). Estas palabras lo pintan de cuerpo entero: para Menéndez los vecinos trabajadores no podemos reclamar viviendas, educación, servicios en los barrios.

En la misma entrevista, asegura que “hay dos o tres tomas diarias”, en lo que es un reconocimiento de que el problema de la vivienda es urgente en el distrito. Pero ¿hace algo el municipio para solucionarlo?

Una de las primeras acciones de Menéndez, a pocas semanas de asumir como intendente, fue colaborar con Gendarmería en febrero de 2016 para desalojar a más de 2.000 familias de una toma, incluso quemando viviendas construidas como parte de planes sociales -que hasta el día de hoy permanecen en ruinas. Los desalojos de estas semanas en la Provincia de Buenos Aires beben de esta experiencia de Menéndez, ex Jefe del PJ Provincial.

A la par, durante los últimos años creció el uso de tierras ociosas, pero no para la construcción de viviendas sociales, sino para que las inmobiliarias de la zona realicen negociados en base a la necesidad acuciante de acceder a un techo. Los alquileres a la vez se encuentran por las nubes: para la familia que recibe un Ingreso Familiar de Emergencia, no existe la posibilidad de alquilar.

La presión se está dejando sentir de tal forma que Menéndez tuvo que salir a anunciar con bombos y platillos que firmaron un acuerdo con Nación para la construcción de viviendas. Sin embargo, no pasa de ser un anuncio: no hay información sobre cómo inscribirse para las mismas, los requisitos, los plazos de construcción y entrega. Un anuncio tan fantasma como el que hizo el año pasado en relación al Hospital de Mariano Acosta, cuando aseguró que en este septiembre del 2020 se estaría abriendo la institución de salud (ámbito, 31/10/19). Algo que no ocurrió y que ya puede asegurar que, en caso de avanzar, recaerá sobre alguna empresa constructora privada, como pasó con las viviendas ya construidas sobre Avenida Argentina, que al día de hoy siguen deshabitadas sin que se sepa por qué.

Desde el Partido Obrero planteamos la necesidad de empadronar de forma inmediata a todas las familias sin acceso a vivienda; la ejecución de un plan de obras bajo control de los vecinos y trabajadores para asegurar la construcción inmediata y la provisión de los servicios básicos en todos los barrios; y la expropiación sin indemnización de los terrenos ociosos, para poner fin a la especulación inmobiliaria hecha a costa de los derechos del pueblo de Merlo.