Sociedad

8/5/2020

Murió una leyenda del fútbol: asesinaron a “El Trinche” Carlovich

El exjugador de Central Córdoba de Rosario falleció en el hospital tras un golpe provocado en un asalto.

El mundo del fútbol recordará por siempre la mañana del 8 de mayo del 2020. Ese día, Tomás Felipe Carlovich “El Trinche”, falleció en el hospital público HECA tras estar varios días internado, debido a un golpe recibido en la cabeza provocado por asaltantes para robarle su bicicleta.

 

El dolor que siente el mundo del fútbol tras su partida solo es comparable con el lamento de quienes no pudimos verlo en las canchas de tierra y pasto seco y del que casi no hay registros fílmicos por la época en que jugó y por dónde lo hizo.

 

Quienes lo vieron lo definen como una mezcla de Riquelme y Redondo, con un tranco cansino y elegante. “Era como si hubiera una pelota inteligente que disfruta de hacer cosas artísticas y arrastraba atrás a un futbolista” afirmó un exentrenador de la selección argentina. El mismo Maradona en sus llegada a Newell´s en el 93 dijo “no llega el mejor jugador, al mejor lo tienen ustedes y es Carlovich”. Hace unos meses atrás, ya como entrenador de Gimnasia, Diego expresó “El Trinche fue mejor que yo”.

 

El día que bailo a la selección Argentina

 

En vísperas del mundial de Alemania ´74 la selección argentina jugó en Rosario un amistoso con un combinado local. El equipo titular fue conformado por cinco jugadores de Rosario Central, cinco de Newell´s y Carlovich. La selección argentina tenía nombres de la talla de Wollf, Tarantini, Brindisi, Poy, Houseman y otros. Si bien no hay videos, las versiones de los mismos jugadores afirman que el combinado local le dio un auténtico baile a la selección con El Trinche como abanderado.

 

En una entrevista al ser consultado por el partido y si lo obligaron salir para evitar una goleada a la selección nacional respondió que “por lo general cambian a los que juegan mal y yo no estaba jugando mal, así que en una de esas algo puede haber, pero había muchos jugadores y querían que jugaran todos”, concluye Carlovich.

 

 Aquella vez que la presión popular lo hizo volver a la cancha

 

Conocido por su gran juego, hinchas de todos los clubes viajaban de distintos puntos del país para ver al número 5, el centrojás que movía los hilos del equipo.

 

En una conversación con un periodista, donde no menciona al árbitro ni el lugar, Carlovich comenta que “en un partido con Central Córdoba me echaron. Me sacó roja y la gente empezó a gritarle al juez. Me iba y vino a buscarme el referí, me dijo no se vaya, quédese que no lo eché”.

 

Un ídolo con juego de oro y raíces de barro

 

Hijo de un plomero yugoslavo, de infancia austera, se la pasaba jugando en potreros con pelota “Pulpo” o una hecha de medias y pies descalzos. En el ´76 fue convocado a la selección por el entonces entrenador Cesar Menotti, pero no se presentó. Había ido a pescar a la isla y no pudo regresar a tiempo porque el río estaba alto. A Carlovich lo catalogaron siempre como el “Maradona que no fue“, porque no tuvo la suficiente “disciplina para llegar”. Sin embargo su rechazo a los equipos de primera parece, años más tarde haberle dado la razón. Las cosas que “no le gustaron” para quedarse en los cuadros de elite quizás sean las mismas que hoy han convertido al fútbol en un negociado de competencia capitalista. Esto posiblemente hace al El Trinche el mejor, igual en la cancha y en su vida. Una persona humilde, que nunca se dejó tentar por las ofertas de los poderosos equipos europeos. Según él “jugar en Central Córdoba era como jugar en cualquier equipo de élite del mundo”. No quiso alejarse de su barrio, de sus amigos y de su familia.

 

Tomás Felipe Carlovich nació para jugar al fútbol, bailó a los mejores jugadores de su época. Ya de grande, siempre que le preguntaban qué anhelaba, entre lágrimas respondía “quisiera entrar 10 minutos a una cancha”.

 

Se fue de la peor manera, asesinado de un golpe en la cabeza para robarle la bicicleta, en una ciudad donde la inseguridad es propiciada por el aparato estatal y la policía ligada al narcotráfico.

 

En un mundo sin explotadores ni explotados habrá más Trinches, que convertirán al fútbol en arte y lo alejaran de todo sesgo de negocio y explotación.