Sociedad

26/5/2005|901

No agarre Diego

Macri y Maradona

Como dice el refrán, “cuando la limosna es grande…”. Macri, después de haber crucificado cien veces a Maradona, con quien siempre tuvo una relación tempestuosa,  acaba de ofrecerle el cargo de director general del fútbol amateur de Boca. Diego tendría a cargo la misma función que Griffa cumplió en Newells Old Boys y en Boca: la formación de los futuros jugadores salidos de las inferiores.

Los insistentes pedidos de Macri a Maradona para que retorne al club de sus amores no tienen nada de inocentes. Tampoco se trata de la vuelta del hijo pródigo. El ofrecimiento tiene un entretelón político. Macri atraviesa en Boca una situación crítica: está afrontando su tercer mandato en la institución gracias a una decisión judicial por demás controvertida.



La historia no tiene desperdicios. Macri se mantiene al frente de la Directiva de Boca después de un cambio en los estatutos de la institución, que no permite tres mandatos seguidos. Alegando que esto debía correr recién después de su primer mandato, se mantiene aun hoy como presidente. Esto está en la Justicia, y la oposición apeló la resolución judicial que lo conserva en el cargo. Pe ro lo que es seguro es que ya no podrá volver a presentarse en la próxima elección.



Macri quiere quedarse y armar una  salida “honrosa” por dos razones: su carrera como político y su futuro en las decisiones de Boca. El ofrecimiento a Maradona lo hicieron Pompilio, Buzio y Zidar, el elenco con el que Macri piensa seguir dirigiendo Boca aun sin ser presidente. Un derrumbe de ese elenco lo golpearía como directivo del club y también en su carrera política. El ofrecimiento a Diego acumula “simpatías” de boquenses y posibles electores.



Diego duda en agarrar, y hasta ahora “gambetea”. Sabe que detrás de esto hay un propósito político. La cosa ya ha llegado a los diarios. “No son pocos los que creen que la carta de Maradona pasa por ser una legitimizacion política del presidente Macri, que está afrontando un tercer mandato en la institución a raíz de una decisión judicial” (Pagina/12, 17/5).



Maradona sabe que la Directiva de Macri no las tiene todas consigo. Se fue Bianchi, un técnico exitoso y capaz que entendió el fin de un ciclo. Macri eligió un técnico de “cabotaje”, con una camada de jugadores en el fin de su carrera y Boca está afuera de la lucha por el campeonato. Cada vez son mayores las posibilidades de que la nueva dirección elegida en Boca desplace definitivamente al entorno Macri del club. Maradona. que está mucho más lúcido, no debería salvar a este gorila ni como futuro dirigente de Boca ni como político al servicio de los grandes intereses patronales. No agarre Diego, no se equivoque; hay que ayudar a que se vaya.