Sociedad

25/7/2013|1278

Otra vez las barras bravas

Otra vez, los "maravillosos tipos parados en los paravalanchas, con las banderas que los cruzan, arengando…", los barrabravas de la Presidenta, se mataron entre ellos. Dos muertos, cinco heridos, un centenar de balazos entre facciones de la barra de Boca. Al día siguiente, quien viera a CFK referirse al asunto en tono jocoso, la sonrisa amplia, con una tarjeta roja en la mano, bien podía pensar que, después de todo, García Márquez es hombre de imaginación escasa.


La señora, como era de esperar, le echó la culpa del asunto a una conspiración de Clarín, porque uno de sus periodistas, Enrique Gastañaga, anticipó lo que sucedería; y también a la dirigencia de Boca, conducida por el macrista Daniel Angelici.


Tiene su interés recordar la advertencia de Gastañaga en la edición del domingo 21: "La Doce oficial, a los golpes y rompiéndoles dos autos, evitó que los disidentes de Lomas compraran entradas en la venta anticipada. Hoy (por el domingo), con el miedo de vuelta en escena y al menos por una vez, ¿los encargados de la seguridad sabrán tomar nota para evitar otro capítulo de tiros y sangre?" Todo indica que no sólo no supieron tomar nota; además, la policía evidentemente liberó la zona para que la facción de la barra dirigida por Rafael Di Zeo -de múltiples lazos con el kirchnerismo- atacara a la "barra oficial", la que conduce Cristian "Fido" Debaux desde que Mauro Martín y Maximiliano Mazzaro están presos, acusados por un homicidio.


Un "peronista de Perón"


"Soy peronista de Perón. Toda la vida he sido peronista, desde los doce años. No tengo problemas en decir que trabajé para el kirchnerismo de la provincia en las últimas elecciones", declaró Di Zeo hace un año, poco después de ser absuelto en una causa por asociación ilícita.


Si no desde los 12 años, Di Zeo está orgánicamente vinculado con el kirchnerismo desde el verano de 2011, cuando se incorporó activamente al grupo de barrabravas oficialistas Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), organizado por Marcelo Mallo, dirigente de Compromiso K. Ese grupo llevó 235 barras al Mundial de Sudáfrica. En cuanto a Compromiso K, es impulsado por Rudy Ulloa Igor -ex chofer de Néstor Kirchner y ahora poderoso empresario- y por Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica del gobierno.


El grupo de Martín y Mazzaro (ahora de Debaux) está, en cambio, vinculado por múltiples negociados con el macrismo y con los dirigentes de Boca, como se hizo público al estallar el último escándalo por el reparto de entradas falsificadas entre la barra. En aquel momento, en una de las escuchas telefónicas incluidas en el expediente judicial, Martín le dice a Debaux: "Cualquier cosa, andá a verlo a Juan Carlos Crespi (vicepresidente segundo del club)". El jefe de la barra añade: "Lo ves a él de parte mía, le decís lo que necesitás, todo lo que haga falta". Esa conversación se produjo el 7 de febrero de este año.


En otra de esas escuchas, del 8 de mayo, Mazzaro le dice a Debaux que había estado "con el Enano", a quien "le di las cosas". El "Enano" es César Martucci, secretario general de Boca y funcionario del Ministerio del Interior durante el gobierno de la Alianza.


Esta gente se mata por el reparto de entradas, por los puestos de venta en inmediaciones del estadio cuando hay partidos, por los estacionamientos, por la venta de drogas en la cancha. Son organizaciones mafiosas, vinculadas directamente con los dirigentes de los clubes y, sobre todo, con el poder político que los usa crecientemente para "tercerizar" la represión, como se vio en el asesinato de Mariano Ferreyra y en tantos hechos de similar naturaleza.


Ahora les liberaron la zona a unos para que atacaran a otros, y estaba previsto que así sucediera. Las facciones enemigas acordaron encontrarse en ese lugar, donde se tirotearon abundantemente sin que apareciera un solo patrullero. Fue un ajuste de cuentas que el oficialismo aprovecha ahora para su campaña electoral y, de paso, para lograr su propósito de que los partidos se jueguen sin público visitante.


El "Fútbol para Todos" es un rehén de las barras, de la corrupta política burguesa, de dirigentes mafiosos, del armado de grupos de choque utilizados contra las movilizaciones populares.