Sociedad

20/1/2021

AJUSTE

Rosario: Javkin, junto al resto de los bloques políticos, liquidan el transporte público

El jueves 21/01 a las 11 horas movilizamos de la Municipalidad al Concejo Deliberante para rechazar la reforma.

Durante el 2020, los choferes y trabajadores del transporte hicieron reiterados paros (un acumulado de casi 90 días) reclamando algo tan elemental como el pago de sus salarios, que dicho sea de paso todavía sigue cuestionado. Todos los gobiernos (nacional, provincial y municipal), responsabilizaron de esta crisis a la caída de pasajeros producto de la pandemia y se negaron rotundamente a cuestionar dónde estaban los miles de millones de pesos en subsidios que recibieron durante décadas estas empresas desfalcadoras del dinero público y que, por lo tanto, se pusieran sobre la mesa sus verdaderas ganancias. Había un intento por parte de los gobiernos junto a los empresarios de hacer pagar la crisis del transporte a sus trabajadores, directamente impidiendo que cobren su salario.

Con el correr de los meses quedó demostrado que la crisis era tan profunda que el sistema de transporte como está planteado actualmente no iba más. O se reclamaba que se estatice la totalidad del servicio de transporte con la participación de sus trabajadores, terminando con estas concesiones privadas que fundieron el transporte urbano e interurbano, o de lo contrario gobiernos y empresarios avanzarían en un plan de ajuste sobre choferes y sobre el servicio, para que siga siendo “sustentable” pero para las ganancias empresariales. Este segundo camino es el que han puesto en marcha.

El noviembre pasado, el Concejo Deliberante de Rosario aprobó con el aval de todo el arco político (radicales, macristas, socialistas, peronistas hasta el bloque de Ciudad Futura – Frente Social y Popular), la “emergencia en transporte” por dos años. Con esa votación, le firmaron un cheque en blanco al intendente Pablo Javkin para que avance en este enorme plan de “readecuación”, que no es más que un brutal plan de ajuste y achique sobre el transporte.

A esto debemos sumarle que con los “superpoderes” del intendente, aumentará sin pasar por el Concejo deliberante un 40% el precio del boleto llevándolo de $32 a 45$ el 1 de febrero, conformándose en uno de los boletos más caros del país. La secretaría de Movilidad del gobierno (EMR) encargada de respaldar cada tarifazo con supuestos estudios de costos que solo resguardan las ganancias empresariales, en esta oportunidad reflejó un valor técnico de 77 pesos por viaje, con lo cual los tarifazos van a seguir.

 

 

El doble ajuste en el transporte: contra los choferes y contra los usuarios

El plan de readecuación del sistema de transporte lo implementarán desde el 25 de enero. Este plan implica un doble ajuste: contra los choferes y contra lxs trabajadores rosarinos. En concreto: once líneas dejarán de funcionar y otras 25 se fusionarán, lo que implica que Rosario pasará de tener 798 a la mitad con 468 colectivos. ¿Qué garantías tienen los miles de choferes y mecánicos de que no se va a tocar ni un solo puesto de trabajo, que se van a garantizar sus condiciones laborales y salario, con semejante achique de líneas? Los choferes y mecánicos ya denuncian que en marzo las empresas hablan de un plan de “retiros voluntarios”, que no son otra cosa que despidos encubiertos. La UTA formó parte de la comisión que elaboró esta llamada “readecuación”, sin embargo todavía no emitió palabra alguna sobre cuáles son las garantías para los trabajadores del transporte.

Por otro lado, crece la bronca popular en los barrios que al fusionarse líneas perderán acceso al transporte. Ya las vecinales de barrio Echesortu y Tablada están denunciando las consecuencias que tendrá para sus barrios esta liquidación de líneas y se movilizaron. De esta manera, la política de “colectivos según la demanda” y bajo el supuesto de “mejorar la frecuencia de algunas líneas” será un enorme golpe a la población trabajadora que tiene como única forma de moverse el transporte urbano.

A esto se agrega que en medio de la segunda ola y el aumento de contagios, el recorte de unidades atentará directamente contra la salud de lxs trabajadores, usuarios y choferes. Incluso ahora, antes de que se implemente este achique, los usuarios denuncian por redes sociales que a partir de la flexibilización de la cuarentena viajan con colectivos repletos echando por tierra la disposición de viajar con el 60% de la capacidad. Todo ello, sin las medidas de seguridad y los protocolos correspondientes, al ser trabajadores esenciales.

 

 

No al recorte de líneas y al tarifazo que quiere el gobierno: salgamos a la calle contra este ajuste

El Polo Obrero y el Partido Obrero llaman al conjunto de la población trabajadora de Rosario a movilizarse y luchar hasta derogar esta “reestructuración” del transporte público de pasajeros que el gobierno municipal, con el apoyo de todas las fuerza políticas presentes en el Concejo Deliberante, se apresta a poner en marcha el próximo 25 de enero. Invitamos a movilizar el próximo jueves 21 de enero, desde las puertas de la Municipalidad hasta el Concejo que ese día sesiona.

La crisis del transporte, se ha convertido en una situación dramática para usuarios y trabajadores del transporte de la ciudad. Es necesario un curso de movilización y lucha inmediato para impedir que descuarticen parte por parte el sistema de transporte de la ciudad, represente un retroceso histórico en las condiciones de vida de la población rosarina, y lleven adelante tamaño ajuste sobre sus choferes y trabajadores.

Los sindicatos de lucha, las organizaciones vecinales, los trabajadores de la ciudad y las organizaciones combativas debemos emprender un camino de movilización y lucha común con un programa. Abajo el plan de “readecuación” de Javkin y el Concejo Deliberante. Ningún tarifazo. Defendamos todos los puestos de trabajo y condiciones laborales de choferes. Fuera las empresas que no pagan salarios. Apertura de sus libros contables. Por la estatización del servicio bajo control de sus trabajadores. Por un impuesto progresivo a las grandes fortunas que operan en la ciudad y la región para financiar un sistema de transporte que proteja a sus trabajadores, de calidad y accesible a toda la población.