La ocupación de los terrenos linderos al barrio Camino Muerto, en la ciudad santafesina de Granadero Baigorria, comenzó como un reclamo de los vecinos a la municipalidad para que no se utilice como basural y se limpie esta hectárea de terreno, ubicada entre los barrios Nuestra Señora de la Paz e Industrial, y a 50 metros del ex centro clandestino La Calamita.

 

Este primer reclamo se transforma en ocupación con más de 40 familias, que representan más de 200 personas con una acuciante necesidad de vivienda –muchos alquilan o viven hacinados varias generaciones en una misma vivienda. En menos de 24 horas, y con una gran capacidad de organización de los vecinos –que históricamente vienen reclamando planes de viviendas– decidieron tomar el predio. Cada vecino limpió y comenzó a edificar contrucciones precarias.

 

Esta gran lucha por vivienda se contrapone de lleno con el proceso de especulación inmobiliaria y negociados vinculados a la tierra que lleva adelante el actual gobierno municipal de Adrián Maglia (del PJ) y que cuenta con el apoyo para ello de los que dicen ser opositores en el Concejo Deliberante –tanto el Frente Progresista como el PRO. Hace años que vienen transformando a Baigorria en un foco de negocios y especulación inmobiliaria en la costa que da al Paraná, siguiendo lo que se inicia desde la costa de Rosario.

 

Con un aceitado método de asambleas diarias, los vecinos vienen desarrollando esta toma en forma más que organizada. En las asambleas están discutiendo un programa para presentar al municipio: rechazar cualquier intento de desalojo, realizar un censo integral para determinar la cantidad de familias afectadas, el loteo, la urbanización, poniendo en pie un barrio con un convenio de pago de las viviendas que no supere el 10% del salario.