Sociedad

5/6/2020

Seis de cada 10 niños de Mendoza en la pobreza

Así lo estima un informe de Unicef para la zona Cuyo donde establece que entre el 50 y 60% de los niños en la zona terminarían este año en situaciones de pobreza, el 16% de ellos en situación de indigencia. En octubre de 2019 el Indec había publicado que la pobreza infantil en niñas y niños era del 52,6%.


A través de una publicación en su página la fundación dio a conocer estos datos. Allí se agrega que estas situaciones se dan más en los hogares monoparentales con jefatura femenina y principalmente en los hogares donde los cabeza de familia se encuentran desocupados. Se agrega además que aumenta en casos en que el hogar de los niños se encuentra en villas y si la familia es inmigrante.


Entendiendo que durante la cuarentena las patronales aprovecharon y despidieron a unas 20 mil personas solo en Mendoza y los niveles de pobreza en la provincia se acercan al 40% (según Indec), los datos sobre la pobreza en los niños no son exagerados. El avance hacia un proceso de depresión económica mundial no nos da la pauta de que haya una recuperación pospandemia, debido a que el problema central no es la pandemia sino el estado decadente de la economía capitalista.


Mientras el gobierno nacional coloca en su agenda central el pago de la deuda, el gobierno mendocino hace lo mismo y se encuentra ya en periodo de gracia y negociaciones de refinanciación luego de no haber cumplido los últimos pagos.


Miles de familias con niños son alimentadas en las ollas populares y se encuentran en un abandono claramente estructural por parte del estado. Es clarificante de la situación actual, el hecho que el Polo Obrero mendocino tuvo que abrir, a través de sus asambleas, un tercio más de los comedores que venían organizando y su convocatoria se duplicó en los meses de pandemia. La mayoría de los merenderos que funcionaban debieron ser reconvertidos en comedores. A través de esto podemos presumir que los niveles de pobreza en la provincia y en particular en la franjas etarias infantiles son más altas que las informadas.


El crecimiento exponencial de las asambleas de vecinos desocupados habla de un sector que ha sido dejado a su suerte no solo en materia económica sino también en salud y educación. El informe de Unicef se realiza sobre análisis de ingresos pero no es ajeno que las barriadas más pobres no cuentan siquiera con los insumos de higiene necesarios para afrontar la pandemia ni los materiales de acceso a la educación (más de 37 mil chicos y chicas no cuentan con acceso a internet). Los niños de Cuyo se encuentran a la deriva en un sistema de opresión que no les ofrece un futuro favorable. Es tarea de los trabajadores proteger lo que crece y sumarse a lucha contra la pobreza y la desocupación.