Sociedad

26/11/2020

60 AÑOS

“Si digo Fiorito, digo lucha”: la historia y actualidad del barrio de Maradona

Ubicado en Lomas de Zamora, pasa el tiempo pero la zona sigue en la pobreza.

Quien quizás definió con mayor precisión al barrio de Fiorito, hoy consagrado como localidad del distrito bonaerense de Lomas de Zamora, fue Diego Armando Maradona, cuando en su autobiografía Yo Soy el Diego de la Gente escribió: “Si debo definir con una sola palabra a Villa Fiorito, digo lucha”.

Es sabido que Maradona se crió en un entorno humilde, marcado por la pobreza de su familia y las carencias del barrio en el que transitó su infancia y los primeros años de su adolescencia. Sus padres se habían instalado en la región luego de emigrar, sin un peso, de un pequeño pueblo correntino para probar suerte en el Conurbano bonaerense, instalándose a fines de los 50´ en la precaria casa de Azamor 523.

Casa de Maradona en Azamor 523.

Techo de chapa con goteras, piso de tierra y sin servicio alguno era lo que Diego “Chitoro” Maradona podía costear con el salario de su empleo en la molienda Tritumol, donde durante largas jornadas de trabajo se trituraba hueso para la industria química. Allí vivían Diego Armando y sus siete hermanos, en una familia numerosa, donde no alcanzaba la comida para todos.

El Conurbano sur de la provincia de Buenos Aires replicaba esta realidad en los distintos distritos, donde las familias obreras se asentaron cerca de las instalaciones fabriles apostadas en los márgenes del Riachuelo y sus alrededores.

Salir adelante, bajo esas condiciones, era una proeza no fácil de lograr, cuando el primer desafío implicaba la lucha por sobrevivir.

Sesenta años después

Estado de la casa de Azamor 523 hace unos días.

Quizás el mayor reflejo de lo que hoy es Fiorito sea la realidad de quienes habitan la casa de Azamor 523: una familia de cartoneros que hace lo que puede para subsistir. En Fiorito prima la desocupación, las changas, precarios comercios y mucho trabajador de la construcción.

El crecimiento poblacional y el desplazamiento de miles de familias obreras hacia las zonas periféricas del distrito -debido a la especulación inmobiliaria, los salarios de miseria y la desocupación- siguen definiendo a Villa Fiorito como un barrio carenciado. El potrero donde jugaba Maradona hoy se encuentra habitado por estas familias.

Fiorito se encuentra dentro de lo que se conoce en Lomas de Zamora como Cuartel IX, una región con predominancia de la pobreza, casas precarias, contaminación, hambre, desocupación, inundaciones y miseria.

El tendido eléctrico ha llegado al barrio pero colapsa cada dos por tres. Mucha de las calles continúan sin asfaltar y en varias de las esquinas, en los días de lluvia, se acumulan lagunas urbanas que pueden permanecer allí durante días enteros. Las cloacas son una novedad en algún que otro lugar, como el caso de la calle Azamor, donde recién llegaron en diciembre… del 2019 (La Nación, 26/11).

Villa Fiorito es bien conocida por las zonas liberadas por la policía bonaerense y por el crecimiento del crimen organizado y asociado a las propias fuerzas policiales. La comunidad educativa del Instituto 103 (a unas pocas cuadras) ha denunciado reiteradas veces estas circunstancias, incluso con cortes en el Puente La Noria, también a unas pocas cuadras. Las escuelas de la zona, como la EP N° 67 de Pío Baroja y Recondo, se caen a pedazos.

Los vecinos también denuncian las emanaciones contaminantes de las curtiembres localizadas al borde del Riachuelo. Una de ellas, Sadesa, se encuentra a pocas cuadras del corazón de Villa Fiorito.

Cerca de donde vivía Maradona hoy se encuentra una Unidad de Pronta Atención (UPA), que sirve más como punto de reagrupamiento de los desocupados de los barrios lomenses en su lucha por las reivindicaciones más urgentes, que como solución sanitaria para las familias de la región, debido a su vaciamiento.

Sesenta años de lucha

Mientras el Concejo Deliberante (HCD) de Lomas de Zamora viene de declarar Patrimonio Cultural a la casa de Maradona, con acuerdo de kirchneristas y Cambiemos, y un legislador provincial ahora propone expropiar la propiedad de Azamor 523 para convertirla en un “atractivo turístico”, ni el intendente Martín Insaurralde ni la oposición de Cambiemos ofrece ninguna solución para las decenas de miles de familias que subsisten, como pueden, en Villa Fiorito.

A la presidenta del HCD, Marina Lesci se le ocurrió decir, temerariamente, que Lomas de Zamora “es la cuna de los sueños que se cumplen más allá de las desigualdades y sobre todo cuando un Estado acompaña”. Mientras, el municipio de Lanús recordó en sus redes que Maradona llegó a la vida en el Hospital Evita -de dicho distrito-, el mismo establecimiento que agoniza por falta de presupuesto.

Tras su fallecimiento no son pocos los dirigentes políticos patronales, gobernadores, intendentes, exmandatarios, funcionarios, etc., que intentan congraciarse con la imagen de Maradona; sin embargo, son los mismos responsables que durante décadas mantuvieron a Villa Fiorito y las las villas fiorito de todo el país, en la miseria absoluta. Es el retrato de todo un régimen que ha fracasado en ofrecer una salida a la población trabajadora, de la mano de una orientación social ajustadora y empobrecedora que ha condenado a millones a esta realidad .

Es sabido que Maradona supo salir adelante por su destreza extraordinaria para el fútbol, a pesar de las dificultades y carencias de su infancia. No podemos conocer, a ciencia cierta, cuántas personas no tuvieron la misma suerte y no pudieron brillar acuciados por una realidad que enterró su futuro y sus posibilidades. Pero si que hoy, como él, cientos de trabajadores y trabajadoras también luchan por una salida. Se organizan en comedores, merenderos, asambleas, sociedades de fomento, centros de jubilados y lugares de estudio para que Fiorito pueda ser “la cuna de los sueños que se cumplen” sin ninguna desigualdad ni explotación de clase.