Sindicales

1/7/2004|857

Atsa: Una cuestión crucial

El gobierno ha tomado a los hospitales como una cuestión de Estado. Todos los días, los directores y los encargados de las áreas operativas tienen que darle un informe de situación directamente al gobernador. Esta presión esta dirigida a impedir que los trabajadores se incorporen a la lucha general de los estatales. En parte, está siendo respaldado por la burocracia del sindicato de los médicos (AME), que ingresó a una discusión paritaria reclamando un básico de 350, apartándose de cualquier medida de fuerza.


En la jornada del miércoles, la presión se redobló: toda una jauría de funcionarios y el aparato de la burocracia se lanzaron a los hospitales a impedir que el personal se plegara al paro y movilización estatal. Días antes, apareció en cartelera una escala trucha de aumentos supuestamente conseguidos por Atsa. En parte tuvieron éxito, pues la presencia fue relativamente minoritaria en la Plaza. Sin embargo, en el Hospital Avellaneda hubo paro desde las 8 horas y asamblea, donde se desenmascaró a los delegados de Atsa. Al día siguiente se dieron a conocer las verdaderas escalas salariales: una burla completa, que generó el descontento de los trabajadores y la disposición a convocar a una asamblea general interhospitalaria para el próximo miércoles en el Hospital Avellaneda.


Paralelamente, se ha decidido sumarse al Frente de Lucha del resto de los estatales y convocar a una comisión de representantes para que se haga presente en la próxima asamblea.