UJS

23/6/1993|394

En Filo otra gran fiesta de la juventud

El sábado 12 de junio más de 700 jóvenes concurrieron a la fiesta de la UJS en la Facultad de Filosofía. La actuación de 13 bandas de rock y el cierre del festival a cargo de “Las manos de Filipi”, un grupo en ascenso muy seguido por los secundarios, constituyeron de por sí un triunfo político-organizativo, pues desmiente la especie de que cada festival de rock debe terminar siempre a los golpes, con detenciones y represión. La fiesta fue una ruidosa demostración de que la juventud puede disponer de su tiempo cómo y cuándo le plazca sin ser pisoteada ni reprimida.


Ya antes de las intervenciones de los dirigentes políticos y estudiantiles, las propias letras de los conjuntos, en su mayoría bandas de colegios de Capital y Gran Buenos Aires, fueron una clara manifestación de repudio a la represión de la “policía brava”, a los edictos policiales, a la Iglesia y al Estado que coartan todas las expresiones de la juventud.


La intervención de los dirigentes secundarios y universitarios resaltaron la puesta en pie de los centros de estudiantes y la lucha contra la regimentación de las autoridades, y llamaron a la organización y movilización de la comunidad educativa, reflejando experiencias como la de la coordinadora de estudiantes secundarios de Capital. La intervención de Jorge Altamira ligó el derecho de la plena libertad de reunión a la necesidad de una herramienta política (la UJS y el Partido Obrero) para que esta rebeldía natural sirviera para arrancar el poder a los capitalistas.


Un avance y un nuevo desafío


La fiesta constituyó un significativo adelanto político y organizativo de la UJS, pues casi duplicó los 400 jóvenes que concurrieron en febrero a la fiesta de cierre de los cursos de verano.


El núcleo central de este progreso fue la inserción de la UJS en una importante cantidad de colegios del Gran Buenos Aires y la Capital, precisamente donde está jugando un rol de primer orden en la puesta en pie de bs centros, luchando palmo a palmo contra las circulares oficiales que de hecho impugnan la independencia de organización de los centros e intentan transformarlos en “clubes estudiantiles”, o que son maniatados en sus resoluciones por la presencia obligada de una autoridad (o alcahuetes de ella) en las reuniones de los delegados.


La UJS recoge una parte de este ascenso que se manifiesta desde la lucha contra la “transferencia” y que luego volvió a poner a miles de estudiantes en las calles contra la “ley de educación Lo más destacado de este ascenso es que no se ha detenido a pesar de que estas dos grandes luchas fueron traicionadas y derrotadas.


Como todo éxito organizativo y político, la fiesta también fue un éxito desde el punto de vista económico, lo que significa una gran ayuda, pues la UJS había votado que la fiesta ayudara a solventar un curso de formación política para las vacaciones de invierno, cuyo objetivo es reunir a más de 100 compañeros entre secundarios, universitarios y jóvenes trabajadores.


Felicitamos a los compañeros de la UJS por este avance y manos a la obra en colegios, universidades y lugares de trabajo para la inscripción en los cursos. Ese es nuestro próximo desafío.