Mientras los patrones utilizan todo el poder de su aparato represivo contra la juventud en las calles con las razzias, en los colegios con la regimentación, y en el trabajo con la flexibilización laboral, como signo de debilidad frente a su crisis, que hace tambalear a los regímenes democratizantes de Latinoamérica (Brasil y Venezuela son el claro ejemplo), la juventud se reagrupa en el marco de un festival convocado por la juventud del Partido Obrero, frente a consignas de organización independiente para la lucha por sus intereses.

Se abre de esta manera, la posibilidad de estructurar a la vanguardia estudiantil y trabajadora, con un programa claramente revolucionario. Justamente ésa es la tarea. Formar y orientar a esa juventud que concurrió al Festival para que forme parte de la UJS, y luche para acabar con la dictadura de los patrones e imponer un gobierno de trabajadores.