Acerca del debate sobre financiamiento y clientelismo en la Untref

El debate publicado esta semana en Clarín entre Ricardo Roa, editor general adjunto del diario, y Aníbal Jozami, rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) omite el punto fundamental: los convenios que Roa denuncia y Jozami defiende son la fuente para generar recursos para la universidad que tiene el presupuesto más bajo de todas (238 millones en 2015). Lo que se constata, tanto en Roa como en Jozami, es la asfixia presupuestaria que la educación viene sufriendo bajo el kirchnerismo y ahora el macrismo


El debate publicado esta semana en Clarín entre Ricardo Roa, editor general adjunto del diario, y Aníbal Jozami, rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) omite el punto fundamental: los convenios que Roa denuncia y Jozami defiende son la fuente para generar recursos para la universidad que tiene el presupuesto más bajo de todas (238 millones en 2015). Lo que se constata, tanto en Roa como en Jozami, es la asfixia presupuestaria que la educación viene sufriendo bajo el kirchnerismo y ahora el macrismo.


 


Estos convenios son la pantalla para la precarización laboral de docentes y estudiantes. Las pasantías en Tecnópolis y en los museos se regían por la más absoluta informalidad laboral, la regimentación y el atraso en el pago de salarios. El propio Jozami lo reconoce cuando relata la situación de los 50 contratados a los que se les acabó el contrato en el CCK. Este modelo de trabajo precario impera en la Untref.


 


Esta generación de recursos en la universidad no ha sido en beneficio de la calidad educativa: el contenido de las carreras no está orientado a formarnos como profesionales en función de las necesidades sociales, sino al interés económico y político de quienes generan los recursos. Mientras se firman convenios con sus respectivas cajas, tenemos cierres de carreras, docentes precarizados, un padrón escueto de docentes que favorece a los afines a los lineamientos de la gestión universitaria, escasa oferta horaria y cupos de ingreso. La contraparte de este achique es la caja que arma la universidad arancelando la educación superior: proliferan los posgrados arancelados y los cursos extracurriculares pagos.


 


Finalmente, la analogía de Roa de la universidad con una unidad básica, indisimulablemente común al discurso macrista de los “ñoquis” del Estado, es respondida por Jozami aludiendo a la diversidad de opiniones que imperaría en la Untref. Oculta que los organismos de gobierno de la universidad y el Centro de Estudiantes son un feudo del rector y de las agrupaciones ligadas al ex intendente Curto, que imponen todo tipo de restricciones a la libre participación de los estudiantes y sus organizaciones. En este punto, desde los estudiantes se viene librando una dura batalla por la democratización de la universidad desde su fundación, enfrentando la regimentación impuesta por las autoridades y las agrupaciones mencionadas. Lucha que se orienta, finalmente, por una reorganización completa de la universidad partiendo de poner fin a un régimen basado en la precarización laboral, los recursos extraordinarios basados en la arancelización, la expulsión y expoliación de estudiantes y trabajadores, así como por el aumento presupuestario.