Universidad

24/4/2018

Ante las elecciones de consejeros en la Universidad de General Sarmiento

Vamos por representantes que no transen, para pelear contra el ajuste macrista y por la democratización universitaria

presidenta del CEUNGS

El próximo 8 de mayo cierran las listas para la elección de representantes de los claustros estudiantil, docente investigadores, docentes asistentes y graduados- para los consejos de instituto y el Consejo Superior de la Universidad. 


La importancia de la elección reside en que todos los miembros de la Universidad votaremos el carácter y la orientación de los consejeros que intervendrán en el co-gobierno universitario.


A 100 años de la reforma universitaria ¿Dónde está el co-gobierno?


Transcurrido un siglo del enorme proceso que transformó radicalmente la Universidad argentina – y latinoamericana-  la conquista del co-gobierno se encuentra por completo cercenada en todas las universidades del país, en cada caso un grupo minoritario de profesores se arroga una sobre-representación que desvirtúa cualquier pretensión democrática.  


La UNGS no es la excepción, el claustro docente – en sus dos variantes – tiene una representación del 60% del Consejo Superior. Esto dejando sin ningún tipo de derecho democrático a los denominados  MAF (Módulo de Actividad Formativa) los cuales son una importante franja de la docencia e incluso muchos docentes de dedicación simple que no aparecen en los padrones. 


Pero de esta representación la mitad corresponde a un ínfimo sector de la Universidad, que son los docentes investigadores, que no son más de 200 y quienes tienen a cargo los concursos que están detenidos para nuevas investigaciones e incluso para el desarrollo de cátedras paralelas en cada materia, como es preciso, para desarrollar una educación crítica y científica como es indispensable en una Universidad. 


La enorme mayoría de la comunidad universitaria, el claustro estudiantil, tiene una representación minoritaria en los órganos de “co-gobierno”, incluso los miles de estudiantes del CAU [Curso de Aprestamiento Universitario, un curso de ingreso] carecen de derechos políticos. 


Una reforma que refuerza la proscripción


La reforma que impulsó el rectorado hace dos años y que ha sido presentada como un avance democratizador en la Universidad refuerza el control de un pequeño sector de docentes investigadores sobre los designios de la Universidad.


La nave insignia de la reforma “democratizadora” de la gestión es la elección del rector por voto “directo”. En verdad, se trata de un mecanismo de confiscación del voto: el del estudiante vale un porcentual del docente y a su vez el voto del instituto más poblado valdrá menos que el que integra menos estudiantes. Estamos frente a una democracia devaluada.


La reforma en la confección de listas presenta una cantidad de requisitos que completan un verdadero desquicio: en el instituto de ciencias (ICI) solo pueden ser candidatos los estudiantes que presenten un mínimo de 30% de su carrera hecha y un máximo de 37% (!), hallar a un estudiante que reúna estas condiciones equivale a encontrar a Wally en la cancha de Deportivo Morón.



Co gobierno antidemocrático: cambia la forma, el contenido es el mismo


El problema de la composición de los órganos de gobierno es vital. Fue allí donde se aprobó un aumento presupuestario para el 2018 de un 10% lo que implica una reducción presupuestaria  cuando todos los analistas miden la proyección de la inflación anual por encima de los 20 puntos.

Es que la actual gestión de la universidad identificada con el kirchnerismo ha jugado el rol de correa de transmisión del ajuste nacional en la Universidad. 


Lo que se impone en verdad es poner en pie a la Universidad para pelear contra el ajuste, contra la destrucción educativa y por el presupuesto necesario para aumentar la oferta horaria, establecer cátedras paralelas, establecer un importante plan de becas que garantice el acceso irrestricto a la Universidad Pública. 


La “nacional y popular” Gabriela Diker [rectora de la UNGS] apoya con pies y manos a la orientación educativa que impulsa el macrismo. Así es como ha votado en el Consejo Interuniversitario Nacional – que nuclea a los rectores de las 33 universidades nacionales – al candidato oficial Hugo Juri que ya ha anunciado la aplicación del denominado Sistema de Reconocimiento Académico que genera una equiparación académica de la universidad pública y la privada en desmedro de la calidad educativa de la primera y con el objeto de impulsar cupos y un arancelamiento masivo de la  de la educación universitaria y superior. Se trata de una verdadera contra-reforma educativa como la que se ha aplicado hace años en Chile y que tiene las enormes movilizaciones de los universitarios chilenos como enemigo. 


Consejeros para luchar contra el ajuste


Desde El Yunque, presidencia del CEUNGS, peleamos por consejeros estudiantiles que sean la expresión de la juventud que quiere enfrentar el ajuste, la contrarreforma universitaria y que para ello no está dispuesta a ninguna atadura con el macrismo. 


Para enfrentar este paquete anti-universitario es preciso pelear por la democratización de nuestra universidad, que es el reclamo al que la gestión ha renunciado desde un primer momento. 


Hemos impulsado numerosos proyectos como el de becas de apuntes para todo el que lo necesite contra los aumentos de precios que provoca la inflación; o como proyectos específicos, carrera por carrera, para aumentar la oferta horaria a raíz de una encuesta que realizamos en cada cursada. A todo esto ni la gestión ni sus “levantamanos”, los consejeros estudiantiles del Funyp, le han dado ninguna respuesta. 


El método de El Yunque es la pelea por la puesta en pie del movimiento estudiantil, para que junto con los trabajadores de la Universidad batallen contra el ajuste nacional en curso y enfrenten la contrarreforma universitaria en defensa de la Universidad pública y gratuita. En este camino, peleamos por la democratización definitiva de la UNGS en función de conquistar una Universidad al servicio de las necesidades de los trabajadores. 


Llamamos a las y los estudiantes y a las agrupaciones independientes, empezando por las que componemos el FEI (Frente de Estudiantes de Izquierda), a desenvolver listas comunes sobre estos planteamientos.