Universidad

25/2/2016|1400

Asamblea de estudiantes despedidos de la Fuba

Una confrontación política y de método entre la organización del movimiento estudiantil y el kirchnerismo


La iniciativa de la Federación Universitaria de convocar a los estudiantes y trabajadores a discutir un plan de lucha contra los despidos contó con la participación de compañeros de una gran variedad de gremios, fundamentalmente ministerios y más de 20 dependencias estatales. Participaron compañeros de Fabricaciones Militares, Salud, Cultura, Trabajo, Economía, Justicia, Agricultura, Energía, AFSCA, AGD y Tiempo Argentino, entre otros.


 


Dos visiones contrapuestas


 


Los debates de la asamblea mostraron el abismo que separa la realidad que viven los trabajadores despedidos del relato kirchnerista. Según el planteo de los K, Cristina dio grandes conquistas al pueblo con las que ahora el macrismo quiere dar marcha atrás; la perspectiva entonces es defender lo que Cristina nos legó. Pero la intervención de los trabajadores demostró que en realidad son las condiciones de precarización heredadas del kirchnerismo las que le permiten al macrismo aplicar estos despidos masivos. La continuidad es tan palpable que la primera oleada de despidos tuvo lugar bajo el amparo del kirchnerismo (Gestamp, Kraft, Cresta Roja, Zoo). Además, la política en las provincias donde aún gobierna el FpV es exactamente la misma. Fue la propia Alicia Kirchner la que pidió la Gendarmería a Macri para reprimir los piquetes en Santa Cruz.


 


La orientación política del nuevo gobierno fue resumida por la militancia kirchnerista en una fórmula muy simple: “el macrismo achica el Estado”. Pero el Estado burgués sigue interviniendo a fondo en favor de los grandes pulpos capitalistas (tarifazos, fin de las retenciones, despidos, etc.). La ofensiva represiva y el nuevo protocolo de seguridad no son un achicamiento del Estado, sino todo lo contrario: es el fortalecimiento de un aparato estatal podrido para quebrar la resistencia de los trabajadores al ajuste, el mismo del que se sirvieron los Kirchner en el pasado. 


 


Por último, el debate sobre el sentido de los despidos ocupó un lugar central en la asamblea. Para los K no se trata de un ataque general contra todos los trabajadores sino solamente una persecución ideológica contra el FpV. Con este argumento buscaron pegar la lucha por la defensa de los puestos de trabajo a la puja por la defensa de los funcionarios y personeros del kirchnerismo como Sabbatella, Gils Carbó y Milagro Sala. Sin embargo, la lucha contra la persecución no implica la defensa de la camarilla K, sino la organización independiente de la burocracia y los punteros que son los paladines de la persecución política e ideológica en el movimiento obrero (bajo el amparo de todos los gobiernos).


 


La bochornosa retirada del kirchnerismo


 


Sobre el final de la asamblea, cuando llegó el momento de ordenar las mociones, las organizaciones kirchneristas se negaban a someter a votación de la asamblea una declaración de solidaridad con una compañera abusada de la facultad de sociales. La negativa no es casual, ya que la denuncia hecha por la compañera recae sobre un militante de la organización K Megafón, y sobre el conjunto de la organización por encubrimiento.


 


La Cámpora y compañía planteaban que si la moción era sometida a votación se retirarían de la asamblea sin participar de las votaciones. Finalmente se retiraron. La negativa a discutir el tema y su retirada de la asamblea no hizo más que confirmar el encubrimiento. La incompatibilidad de estas agrupaciones con la organización democrática de la juventud y los trabajadores quedó de manifiesto de la peor manera.


 


Un plan de acción de gran perspectiva política


 


A pesar de la retirada K, la asamblea votó un plan de lucha: movilizar con todo el 24, una convocatoria en los cursos y lugares de trabajo, apoyar todas las iniciativas y movilizaciones de los trabajadores en lucha. La perspectiva fundamental es darle una continuidad a la pelea que está en curso y hacer del paro un punto de apoyo hacia nuevas medidas de organización y lucha de los laburantes.


 


La unidad obrero estudiantil tomó un sentido pleno en decenas de intervenciones de compañeros que son estudiantes y a su vez luchan en sus lugares de trabajo contra los despidos. La Fuba lleva más de 15 años forjando la unidad con todas las luchas obreras que se le plantaron a los gobiernos de turno: el movimiento piquetero, los trabajadores del Casino, de Kraft, por dar algunos ejemplos. Por ello es una referencia de organización y de independencia política para la juventud y los explotados. A pocos meses del gobierno del PRO y aún sin que hayan arrancado las clases, la Fuba ya votó un programa de acción para ponerse junto a los trabajadores en la lucha contra el ajuste. ¡Vamos a dar esta pelea a fondo!