Universidad

24/10/1995|470

Chau 800.000 firmas …

La postergación, por parte de la FUA, para el próximo viernes 27, de la marcha convocada para el pasado viernes 20, fue bastante más que una alteración de calendario. En lugar de una movilización tendremos ahora un acto público de la UCR y del Frepaso destinado a explotar en beneficio propio el descontento estudiantil con la ley de educación superior.


La marcha había sido llamada como parte de una campaña de recolección de 800.000 firmas para reclamar la convocatoria a un plebiscito que decidiera sobre la ley universitaria aprobada por el Congreso. El Congreso dispone de un año para el tratamiento de esta ‘iniciativa popular’. La campaña es, entonces, un mecanismo dilatorio, que fracasó con relación a la ley previsional, y a la legislación del sector de Ciencia y contra la destrucción del Inti, el Inta y la privatización de diversos institutos, comenzando por la Comisión de Energía Atómica.


Pero a la dirección de la FUA estas limitaciones  en su planteo no le parecieron suficientes, por lo que levantó la marcha y resolvió que la concurrencia iría al Congreso para apoyar a los bloques del Frepaso y la UCR, que, mientras tanto, resolvieron presentar un proyecto para la convocatoria de un plebiscito. Esto significa que la campaña por las 800.000 firmas ha sido sustituida por el proyecto radical-frepasista, que la FUA deposita su confianza política en los firmantes del ‘pacto de Olivos’, en los que reformaron la Constitución y en los que votaron la intervención a Santiago del Estero. No hay que olvidar tampoco que la UCR y el Frepaso ‘consensuaron’ tres años atrás la ley ‘madre’ —federal de educación— elaborada por el clero y el gran capital, y que los rectores radicales o frepasistas aplican ya la ley superior, con aranceles y convenios de privatización.


Este ‘acto’ testimonia la completa degeneración de quienes pretenden ser la representación de las reivindicaciones de la Reforma de 1918. Hay que cambiar de caballo…