Universidad
24/3/1994|414
Con el apoyo del Frente, la FUA se engancha al Pacto Menem-Alfonsín
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Como parte del Pacto Menem-Alfonsín, la UCR “arregló” el regreso del menemismo a la FUA, al que le adjudicó la vicepresidencia de la Junta Ejecutiva. La JUP de Menem había abandonado la FUA a la que consideraba un “comité radical”. El “retorno”, que se concretó en el Congreso de la FUA, realizado el 5 de marzo último, fue el resultado de un operativo político a tres bandas, como en el billar.
Primer movimiento, Franja Morada realiza un congreso a fines de febrero con el objetivo de “intentar que la catarsis de los militantes por el rechazo al pacto Menem-Alfonsín no desmadre del cuadro partidario” (Página 12, 18/2) y disciplinar a la tropa para que comprenda —según un dirigente— que “no vamos a salir a caminaren contra (del pacto)” (ídem).
Segunda banda. Comandados por funcionarios del Ministerio de Educación, los delegados del menemismo también realizaron, horas antes, su propio Congreso, para informar sobre la “vuelta” y digitar a los burócratas que ocuparían los cargos pactados. El asunto tomó estado público cuando sectores del propio menemismo, pero opuestos a volver, denunciaron que fueron excluidos del Congreso de la JUP por “fuerzas de seguridad privada”, que impidieron su acreditación y “colocaron a falsos congresales” (Página 12,5/3).
El operativo estuvo a punto de “naufragar”, sin embargo, cuando la irrupción de los matones del menemismo en el Congreso de la FUA, arrojando bengalas y agrediendo a los congresales “pudo haber terminado en una tragedia” (Clarín, 7/3). Entonces, “cuando ya nada parecía salvar el congreso” (ídem), Franja, el menemismo y el centroizquierda “acordaron” dejar de lado las deliberaciones y pasar a un simulacro de votación a mano alzada, imposible de verificar y con el único objeto de acabar rápidamente un Congreso que siquiera había comenzado. Conforme al “arreglo” se reconocieron 485 delegados a Franja, 217 al centroizquierda y 207 a la JUP. A partir de aquí se hizo una distribución “arreglada” de cargos.
Tercera: El Frente Grande, y la Unidad Socialista hacen la vista gorda a todo, para asegurarse la secretaria general de la FUA.
La FUA ha sido enganchada al podrido pacto de Olivos.