La política de imposición de cupos fue lo que marcó el inicio de este cuatrimestre en CyT. Hasta fueron acompañados de un intento de cierre de materias. La respuesta por parte de les estudiantes, que se organizaron junto a La Caldera-CECyT, en defensa de sus condiciones de cursada, fue contundente. A partir del primer día de inscripción las redes estallaban de reclamos de estudiantes que quedaron afuera, organizamos entonces un relevamiento que tuvo en un día más de 200 casos. La bronca de quienes se quedaban afuera se expresó junto con la solidaridad de quienes habían podido anotarse, y organizados en comisiones por carrera, poniéndonos en contacto con lxs docentes, haciendo reuniones abiertas, campañas de fotos, mailazos y consiguiendo reuniones con las autoridades, lxs estudiantes conquistamos en muchas materias que todos puedan anotarse (como CTS), que no cierren comisiones (matemática II) o que se amplíen los cupos (Química).

La respuesta de las autoridades era resolver los problemas de cupos sobrecargando a lxs docentes: en vez de abrir las comisiones correspondientes, llenaban las ya abiertas con más estudiantes de los que lxs docentes estaban dispuestos a aceptar. Por eso las campañas de fotos exigían no generalidades si no precisamente presupuesto para una nueva comisión de alguna materia.

La base de esta política es la asfixia presupuestaria que sufre nuestra y todas las universidades públicas, siendo los cupos solo la punta del iceberg del problema. El primer cuatrimestre en ciencia y tecnología, terminó con las tasas de deserción altísimas (más de 40%) en primer y segundo año de la carrera, donde se concentra la mayor cantidad de estudiantes. Esto no solo no se presenta como problema por parte de las autoridades, si no que no hay ninguna iniciativa a la altura para paliar la situación.

Después de un cuatrimestre entero virtual, la universidad entera entregó una mínima cantidad de computadoras, y esto después de hacer una colecta para juntar fondos. Mientras avanza el segundo cuatrimestre virtual sin que se garanticen las condiciones, avanza necesariamente la deserción estudiantil, pasando por encima de lxs estudiantes que no tenemos acceso a una computadora o internet, que hemos quedado sin trabajo en la cuarentena, etc.

Los cupos y cierres nos dejan conclusiones. La intervención estudiantil es clave para defender nuestras condiciones de cursada. Por eso desde el CECyT convocamos a una asamblea para poner en común todos los problemas y debatir de conjunto un plan de acción en defensa de nuestras condiciones de cursada, contra el ajuste en curso.

El ajuste sobre la universidad pública se viene sintiendo desde comienzos del ciclo educativo. Recordemos que el gobierno sujetó votar el presupuesto 2020 al acuerdo con los bonistas, extendiendo el miserable presupuesto 2019. En pleno 2020, la partida para gastos de funcionamiento para las universidades tuvo un mísero 0,33% de “aumento” nominal. Esta actualización fue celebrada como suficiente por nuestro rector Carlos Greco, pero representa un ajuste superior al 40% dado que se basa en actualizar un 31% el presupuesto tomando como punto relativo a Diciembre del 2018.

 

Al avanzar, este ajuste no solo nos afecta en el plano educativo. El gobierno y las empresas se han jugado a fondo en cuatro orientaciones que como estudiantes y jóvenes nos parece elementar discutir e intervenir: por un lado, el reforzamiento represivo con el caso de Facundo Castro como ejemplar. Los esfuerzos del gobierno nacional son por defender y encubrir a Berni y su Bonaerense al servicio de la impunidad. La presión popular y callejera, acompañada del reclamo de Cristina, para que Berni se vaya cobra cada vez más fuerza. Segundo, la profundización de la precarización laboral, sufrida principalmente por la juventud. El modelo de Rappi, Glovo o los “Fast Food” tiene en terribles condiciones laborales a la juventud.  Mientras esto ocurre, en Argentina y en todo el planeta, se fomenta la depredación ambiental. El convenio con China para instalar granjas de cerdos en el país, la quema de humedales, la megaminería en provincias como Mendoza y Chubut, tienen respuestas cada vez más fuerte por parte de jóvenes y trabajadores. Último y no menos importante, la situación de mujeres y diversidades que somos lxs más afectados por la crisis. El anuncio de que no habrá aborto legal 2020, sumado a una profundización de los lazos del estado con la iglesia, y a una inacción total frente al aumento de los femicidios, requiere una respuesta por parte de lxs estudiantes que fuimos una parte determinante de la ola verde.

Para  llevar a fondo los reclamos que tenemos lxs estudiantes, debemos organizarnos de forma independiente al gobierno, poder exigir todos nuestros reclamos. Muestra de ellos son los centros de estudiantes alineados al gobierno nacional (CEHum, CEIAMK, CEI, CEPyg etc), cuya defensa de la política de Alberto Fernández los tiene en silencio frente a todos los atropellos: no se han pronunciado ni siquiera contra el enorme achicamiento presupuestario, lejos están de reclamar que el aborto legal no puede posponerse, o llevar adelante una campaña por justicia por Facundo denunciando las responsabilidad de Berni y la policía. La asamblea del CECyT pondrá sobre la mesa todos estos puntos, para debatir como nos afecta a lxs estudiantes de la universidad, votar un plan de acción frente al ajuste en curso y salir a pelear en defensa de la educación, por los derechos de las mujeres y las diversidades, contra la precarización laboral, la represión y la depredación ambiental.