Universidad

11/5/2017|1457

El 16, la universidad marcha a la Plaza de Mayo

Derrotemos el operativo del gobierno contra el movimiento de lucha

Presidente de la FUBA


Está convocada una marcha nacional universitaria para el martes 16 de mayo, a las 17 horas, de Congreso a Plaza de Mayo. La marcha será la conclusión de una semana de paro y protesta convocada por los gremios docentes, que se está cumpliendo con gran acatamiento en todas las universidades del país. La UBA volvió a poblarse en estos días de clases públicas, en los pasillos, en las plazas, en las estaciones de trenes y de subtes. El martes, la AGD y la Fuba protagonizamos una bicicleteada en el Obelisco contra el “bicicleteo” en la paritaria docente, que ya lleva más de 80 días sin solución. El miércoles se realizaron clases públicas frente al Rectorado, reclamando por el salario para los miles de docentes ad honorem, el respeto al convenio y el boleto gratuito para todos los estudiantes. Cuando este número de Prensa Obrera esté saliendo a la calle, los Jóvenes Científicos Precarizados (JCP) estarán protagonizando una nueva jornada de lucha frente al Ministerio de Ciencia y Técnica (MinCyT) por el cumplimiento del acta firmada tras la ocupación de diciembre. 


 


Operativo Pizzurno


 


En este contexto, las reuniones entre sindicatos docentes y federaciones estudiantiles para organizar la marcha nacional del próximo martes 16 reeditaron la discusión del año pasado sobre el destino de la movilización: si Plaza de Mayo o el Palacio Pizzurno (Ministerio de Educación). La desavenencia sobre el punto, en apariencia insustancial, expresa por el contrario choques de intereses sociales y estrategias políticas opuestas.


 


El gobierno de Macri está interviniendo directamente en la disputa con el objetivo de desarticular el movimiento. El operativo oficial consiste en presionar a los rectores con los fondos del Fundar (4.300 millones), que el Ministerio de Esteban Bullrich maneja a discreción. Aquellos que, como ocurrió el año pasado, decidan alentar la movilización se verían privados del acceso a estos recursos.


 


La presión del gobierno y los rectores tuvo su impacto entre los gremios. El sindicato Fedun, enrolado en la CGT y asimilado al régimen universitario, planteó que no se moverá de Pizzurno, descartando la convocatoria que la AGD-UBA y el Congreso Extraordinario de la Fuba habíamos promovido a Plaza de Mayo. Mientras AGD y la Conadu Histórica van a cumplir 22 días de huelga, Fedun no realizó hasta el momento un solo día de paro.


 


Los gremios docentes y las federaciones estudiantiles dirigidas por el kirchnerismo están vacilando. En un primer momento aceptaron el límite del Palacio Pizzurno en nombre de la “unidad” con los rectores y sus gremios. Pero, luego, la decisión firme de la Fuba y AGD de avanzar hasta Plaza de Mayo los colocó en crisis. En 2016, la defensa de esa “unidad” los aisló en Pizzurno, mientras la masa se abría paso a Plaza de Mayo de la mano de las federaciones docentes y estudiantiles independientes dirigidas por la izquierda.


 


Hoy, las autoridades que encabezan el “operativo Pizzurno” son las que vienen de firmar con el gobierno un plan de privatización de las carreras universitarias; y ahora mismo tercerizan y despiden trabajadores de limpieza en la Universidad del Comahue. La cadena de presiones gobierno-rectores-burocracia sindical es el gran obstáculo a quebrar para derrotar el ajuste y conquistar las reivindicaciones de la universidad pública.


 


Vamos por la victoria


 


El año pasado, la decisión de marchar a Plaza de Mayo fue clave para conquistar el aumento salarial. Fue una demostración de independencia frente al régimen universitario, que presionó al gobierno y lo forzó a entregar el 35% de aumento. Lo mismo ocurrió en la toma de una semana del Conicet promovida por JCP, que logró vencer las trabas de quienes no querían chocar con el Directorio y arrancó la reincorporación de los 500 investigadores. El ajuste y la experiencia de lucha contra ese ajuste ponen al rojo vivo la grieta que desgarra por dentro a la universidad. Lejos de unificarse frente al macrismo, la universidad se divide entre los estudiantes y trabajadores que sufrimos el ajuste, y las autoridades que se valen del mismo para desarrollar sus negocios de posgrados pagos, flexibilización laboral y convenios con empresas.


 


Un año más tarde, el movimiento estudiantil y docente se encuentra frente a la misma disyuntiva. El crecimiento de la lucha podría lograr que hasta las federaciones de Franja Morada, que hasta el momento sólo se dedicaron a atacar las huelgas docentes, terminen plegándose a la movilización. Pero tanto ellos como el kirchnerismo, que co-gobernaron durante doce años las universidades, operan para reducir su alcance, lo cual se refleja geográficamente en el problema de la Plaza de Mayo. La UJS llama a rechazar el operativo del gobierno y la contención montada por los rectores y el régimen universitario. Para conquistar el salario, el convenio, el boleto y todas nuestras reivindicaciones copemos el 16 la Plaza del poder político junto a la Fuba, la AGD y JCP. La llave para ganar es reforzar la comprensión, la organización y la acción independiente de estudiantes y trabajadores.