Universidad

13/12/2001|733

El fin de Franja Morada y la lucha por una nueva dirección

Las elecciones universitarias de la UBA han terminado de hundir a la Franja Morada y al Frepaso. Han perdido la mayoría de los centros de estudiantes y de los delegados que deben elegir la nueva dirección de la Fuba.


Ha caído la corriente que dirigió la universidad en las últimas dos décadas. De su auge en la etapa alfonsinista a hoy, la Franja Morada se vino abajo de la misma forma que el gobierno de De la Rúa. Dejó pasar los reiterados ajustes del presupuesto, el arancelamiento creciente de las cursadas, la penetración cada vez más profunda del capital privado. Ya antes de este derrumbe electoral la Franja había roto con el movimiento estudiantil de la UBA que volteó a López Murphy.


El lugar de la Franja Morada ha sido ocupado por una gama de agrupaciones, que va desde independientistas del tipo Zamora hasta la UJS y el Partido Obrero.


Los independientes


Para los medios de comunicación, en especial los gráficos, la gran novedad en la UBA es el triunfo de agrupaciones independientes. Estas agrupaciones se caracterizan por reivindicar el ‘basismo’ en oposición a los partidos en general sin importar si éstos son de izquierda o derecha, obreros o defensores del capital. Todos estarían infectados por una especie de pecado original, que es el aparatismo y el verticalismo.


Se trata, por supuesto, de un gran macaneo, que pretende disimular (y, por sobre todo, explotar) la incapacidad para construir una alternativa política. Estas agrupaciones en general brillaron por su ausencia en las luchas del último período, en los cortes piqueteros y en las asambleas, y cuando aparecieron fue para oponerse a la huelga general y a la movilización. La lucha contra la corrupción, que igualan al ‘aparatismo’ , los ha llevado a plantear posiciones privatistas e incluso a defender la intervención de la justicia en los centros, como es el caso del TNT de Económicas.


Con una ideología de tipo liberal cubierta con cierto barniz de anarquismo “new age”, el crecimiento de estas agrupaciones se debe a la onda advenediza que se impuso en las últimas elecciones nacionales, especialmente en la Capital Federal. La falta de programa y de organización, que es lo necesario para superar la parálisis actual, es vista como virtud. Cuando esto sucede, claro, prima el carrerismo y no la lucha comprometida por posiciones políticas.


La izquierda


La izquierda de conjunto ha mejorado sus resultados electorales. Ha conquistado nuevos centros y mejoró sus posiciones en los que ya dirigía. Aquí también se ha manifestado la misma tendencia política que se expresó en las elecciones nacionales, pero la relación de fuerzas entre la distintas tendencias ha sido distinta.


Detrás de “la izquierda” también se esconden diferentes estrategias políticas. Van desde Patria Libre y el PC, socios del Frenapo, pasando por el PCR (saboteó las asambleas interfacultades defendiendo los ‘cuerpos orgánicos’). Ni Patria Libre ni el PC son partidarios de echar a De la Rúa-Cavallo, sino que apoyan una acumulación lenta en la CTA que finalmente lleva agua al molino de Carrió y Farinello.


La UJS y el Partido Obrero fue la corriente que más se desarrolló durante el último año. Triunfamos en Psicología, segunda fuerza en Sociales, y tercera fuerza en Económicas y Filosofía superando el 10% de los votos. De conjunto nuestras listas superaron los 10.000 votos.


Por una Fuba de lucha


A fines de diciembre se realizará el Congreso de la Fuba. La oposición tiene en sus manos la mayoría de los delegados para conquistar la dirección de la Federación.


La UJS propone a toda la oposición abrir una deliberación política para sentar la base de una nueva dirección que lleve al movimiento estudiantil al campo de la lucha de los trabajadores para acabar con los gobiernos nacionales y provinciales de la entrega, y por una Asamblea Constituyente libre y soberana.