El MST-1 retrocede en chancletas

Ante las criticas del PO y del movimiento estudiantil

En el último número de Alternativa Socialista, el MST-1 publicó un artículo realmente sorprendente: se titula “La política del PO es equivocada y (¡no sólo esto!) funcional a Alterini y Boveris”.


El artículo es sorprendente porque el MST-1 pretende negar lo que todo el mundo que milita en el movimiento universitario de la UBA sabe: que hizo todo lo posible para llegar a una acuerdo con el bloque que encabeza el decano de Medicina, Buzzi, y que contemplaba votarlo como rector en la Asamblea Universitaria de la UBA, que finalmente se suspendió por la ocupación protagonizada por la Fuba.


Esa posición del MST-1, compartida con la Cepa-PCR, fue planteada en muchas reuniones, donde estaban presentes no sólo los compañeros de la UJS sino de muchas otras fuerzas políticas, que criticaron fuertemente su posición. ¡Sobran testigos! Durante la propia ocupación del Nacional Buenos Aires, en una reunión de todas las fuerzas presentes en el colegio, hubo un franco repudio a la política del MST-1. Las divergencias al interior de la Fuba fueron recogidas por todos los medios de comunicación y a página entera en los principales diarios. Buzzi declaró en una conferencia de prensa, luego de que fracasara la Asamblea Universitaria, que tenía un acuerdo avanzado con el MST-1 y la Cepa, pero que el PO lo frustró. En los medios se empezó a hablar del ‘ala blanda’ y del ‘ala dura’.


No es casual, por lo tanto, que el MST-1 no caracterice ni repudie, ni siquiera en la ‘crítica’ que nos dirige, al bloque de Buzzi, que es un representante ostensible de las grandes corporaciones capitalistas; se limita a retroceder a como pueda.


Cubrir la retirada


Lamentablemente (palabra usada recurrentemente por el MST-1, y no por casualidad, ya que viven ‘lamentando’ el fracaso de las ilusiones y maniobras que ellos mismos cocinan), en vez de retroceder en silencio, el susodicho ha decido cubrir su retirada con una catarata de ataques al PO, sacado de un arsenal que claramente no es propio. Por ejemplo, nos ‘critican’ por haber votado al decano de Arquitectura, pero se cuidan mucho de decir si está bien o mal que lo hubiéramos hecho o que ellos hubieran votado de otro modo. Fingen que revelan un hecho que habría sido ocultado cuando sobran los volantes en que explicamos esa posición.


De todos modos, digamos de entrada que en oportunidad de las asambleas por facultad para elegir a los decanos no había ninguna campaña estudiantil para boicotear esas asambleas. La campaña contra la Asamblea universitaria recién comenzó, posteriormente, con nuestra agitación contra “la Asamblea reaccionaria”. Digamos también que tampoco es cierto que estemos planteando un boicot indefinido a esta asamblea reaccionaria, sino que lo hacemos para impulsar la convocatoria a corto plazo a una verdadera asamblea democrática con representación de todos los docentes en un solo claustro y para lograr el pago de los docentes ‘ad honorem’. Del mismo modo, en las asambleas de las facultades fijamos claramente nuestra política.


En Arquitectura, nuestra política era desplazar a la camarilla radical-privatizadora que dirigía la Facultad en base a persecuciones y amenazas, y, en segundo lugar, asegurar el cumplimiento de los reclamos más apremiantes del movimiento estudiantil-docente y no docente de la Facultad. ¿Cuál es ese programa? Rechazo de la acreditación de la carrera de Arquitectura a la Coneau, en momentos donde el Ministerio de Educación ha lanzado una presión especial para lograrlo; la regularización (estabilidad) de la planta docente que mayormente estaba en forma interina tomando el programa de la AGD; la renta para los docentes ad honorem; la eliminación del “juri” de mitad de año, que hacía las veces de un filtro eliminatorio; la gratuidad de los posgrados para todos los estudiantes de la UBA; la recuperación de los espacios privatizados por la gestión anterior que pertenecían al Centro de Estudiantes; la revisión de los convenios firmados por la Facultad con empresas y con dependencias del Estado. El programa planteaba el desprocesamiento de los estudiantes de la Facultad, acusados por una lucha contra la gestión radical, el rechazo a la ley de financiamiento educativo y a las leyes educativas del menemismo que hoy aplican al pie de la letra Filmus-Kirchner. Este programa fue firmado por Sorín en forma pública, de cara a todo el estudiantado el 17 de diciembre pasado y avalado por la votación masiva de las cursadas de la Facultad. Fue por este programa que los tres sindicatos de la Facultad, no solamente los consejeros estudiantiles, votaron a Sorín, el cual, repetimos, había tomado el compromiso público de concretarlo.


Pero por los mismos motivos que resolvimos votar al decano de Arquitectura, rechazamos hacerlo en Filosofía, donde el MST-1 votó al actual decano. ¿Cuál fue la diferencia? Aplicamos el mismo método que en Arquitectura, pero en el caso de Filo la actual gestión se negó a levantar un programa, el cual contemplaba la gratuidad de los posgrados, del laboratorio de idiomas, es decir que desandara el camino privatizador comenzado desde hace años. El programa de la gestión de Filo se centra en generar “recursos propios”. A pesar de esto el MST-1 lo votó y desde ese momento viene apoyando en el Consejo Directivo la formación de nuevos posgrados arancelados y hasta un programa de contraprestación laboral gratuita para los graduados de la Facultad, que parece haber sido inspirado en los manuales del Banco Mundial. La diferencia entre Filo y Arquitectura es la siguiente: en Filo el MST-1 buscó un acuerdo de camarilla, en Arquitectura arrancamos un programa público de gestión, o sea un acuerdo de principios.


Con el único afán de encubrir esta política, que quería repetir, según todo indica, en la UBA, el MST-1 agrega, refiriéndose a nosotros, que en el “Hospital de Clínicas acaban de defender al interventor, unidos a un sector mafioso de Apuba”. Es posible que el MST-1 no sepa de lo que habla, pero en política la ignorancia nunca es una excusa. La Lista Bordó del Clínicas, en la que milita el PO, nunca defendió al interventor anterior sino que denunció el golpe de Anró, el máximo burócrata de Apuba, y Buzzi, el decano de Medicina a quien quería votar el MST-1 como rector, para reemplazarlo por otro interventor pero de su propio palo, o sea que le responda integralmente y que vaya contra los trabajadores luchadores del Clínicas. El MST-1 debería saber que denunciamos un golpe, no que defendimos interventores, y que lo hicimos junto a otros 400 trabajadores reunidos en una asamblea de repudio a ese golpe. Los mismos trabajadores de las asambleas que apoyaron nuestras posiciones y se movilizaron al Consejo Superior de la UBA el 21 de junio pasado, haciendo levantar la sesión de la “asamblea reaccionaria” juntamente con la Fuba. Aclarado esto, sólo queda preguntarse: ¿de qué habla el MST-1?


Derrota política


Debemos concluir que el artículo del MST-1 no es más que un retroceso en chancletas, errático, confuso. Advertimos, de todas maneras, que no implica un cambio en sus posiciones políticas, como se demuestra su afirmación, “no le hacemos el juego a Boveris ni a Alterini”, o sea rescatando a la camarilla de Buzzi.


Hubiera sido más razonable que el MST-1 se calle la boca. Pero ha salido a difamar ante las enormes críticas que ha recibido en el medio estudiantil y entre sus militantes y allegados.


Por nuestra parte, llamamos a todo el movimiento estudiantil a seguir la lucha en la universidad en términos sociales claros, o sea contra las corporaciones capitalistas que tienen en la camarilla de profesores y rectores a su comité de administración de la UBA.