A medida que la lucha del colegio Pellegrini se fortalece con el apoyo masivo de estudiantes, docentes, no docentes y padres, se incrementan la campaña de los medios y los ataques de la UBA. Hallú ha salido por todos los medios a amenazar con sanciones a los estudiantes y a los trabajadores; algunas versiones señalan, incluso, que estaría dispuesto a cerrar el colegio.

Todas estas amenazas no han hecho mella en la disposición de lucha del colegio. Las asambleas estudiantiles del día lunes, donde participaron más de 2.000 estudiantes, rechazaron las amenazas. Votaron una contrapropuesta que parte de un punto central: anular el decretazo de Hallú, que no asuma Viegas y la democratización del colegio. Resolvieron, también, movilizarse el miércoles 13 al Consejo Superior de la UBA.

Existe en el Pellegrini un consenso muy mayoritario a favor de la formación de un Consejo Directivo tripartito de docentes, no docentes y estudiantes. Hay un pliego más vasto, que incluye la titularización de los docentes, el pase a planta de los no docentes contratados, el control estudiantil de la fotocopiadora y del bar, etc. Pero a todas luces, el reclamo movilizador es la democratización.

El rector designado por Hallú, Juan Carlos Viegas, es un chirolita de la camarilla de Ciencias Económicas. Los estudiantes lo denuncian como un instrumento de la privatización y de los negociados que existen en la UBA. Los padres participan en asambleas masivas y hacen piquetes para que no entre Viegas.

El papel de CTERA

Desde que Hallú sacó su decretazo los estudiantes votaron la toma del colegio, pero asegurando en todo momento el dictado de clases. Los docentes de la AGD-UBA, que participan de la lucha, han asegurado el dictado de la mayoría de los cursos.

Sin embargo, CTERA, el otro gremio que actúa en el colegio, ha decretado un paro para impedir el dictado de clases y perjudicar la lucha por la democratización. ¿Por qué, quienes no convocan un paro desde hace años, lo hacen justo ahora, en el Pellegrini? La respuesta en simple: porque tienen un pacto con Hallú y con los radicales para hacer pasar a Viegas. La burocracia sindical se ha pasado abiertamente al campo del rectorado. Mientras CTERA realiza un paro reaccionario, el gremio no-docente, Apuba, amenaza con intervenir a la comisión interna no-docente del Pellegrini, que apoya la lucha en forma activa. Los patoteros y carneros operan activamente a favor de las camarillas de la UBA.

Frente a esta situación, la actitud de los estudiantes ha sido ejemplar. Se han dirigido mediante una carta abierta a los docentes de CTERA llamando a que depongan su paro reaccionario y se sumen a una lucha conjunta con el resto de los docentes, estudiantes y no docentes del colegio. En los casos en que los preceptores se sumaron al paro de CTERA han sido los estudiantes quienes tomaron asistencia.