Universidad

4/5/2022

Provincia de Buenos Aires

Elecciones de consejeros y Rector en la UNGS

Impulsemos listas unitarias del FEI-U, el Nuevo MAS y lxs independientes para enfrentar al rectorado peronista y sus agrupaciones estudiantiles. 

Secretario académico del Ceungs.

Asamblea autoconvocada por la falta de cupos.

La gestión de la UNGS convocó elecciones de consejerxs, rector/a y decanxs para la segunda semana de junio. El contexto será la profundización de un ajuste que raja las paredes y una universidad que empieza a mostrar señales de ahogamiento frente a una inflación que quedó 40 puntos arriba del pulverizado presupuesto universitario.

La rectora de la UNGS, Gabriela Diker, fue una pieza clave del gabinete educativo nacional. El apoyo que la gestión de la UNGS le dio a Guzmán en su negociación con el FMI no fue solo un acto declarativo, significó convalidar desde el principio un ajuste brutal sobre el gasto público que tuvo a la universidad como uno de sus ejes.

Este ajustazo tuvo graves consecuencias. La virtualidad forzosa que dirigió el Ministerio de Educación, en aquel entonces a cargo del renunciado Trotta, dejó como saldo una deserción récord en las universidades, con miles de estudiantes desconectados de las clases por la nula asistencia del gobierno y las autoridades universitarias. La virtualidad, por responsabilidad del ajuste del gobierno, funcionó de forma expulsiva para quienes no tenían acceso a compus o wifi. En la UNGS la deserción rondó el 40%. Una brutalidad.

La pandemia profundizó la pauperización de la vida de la juventud trabajadora. Muchos perdimos nuestra fuente laboral y otres trabajamos precarizados, con jornadas extenuantes que no dejan espacio para cursar. Ante ello ni el gobierno ni la gestión dieron salidas reales. No hay un plan de becas integrales que verdaderamente permitan la permanencia en el sistema educativa. La Progresar no solo es restrictiva, sino que además es miserable ($3.500 por mes) y la beca de ayuda económica de la UNGS es de $900 mensuales (!).

Una primera conclusión es que la gestión de la UNGS no estuvo a la altura de las problemáticas que atravesamos estudiantes y docentes durante la pandemia. Y esto fue así por ser parte de un gobierno que tuvo y tiene como eje ajustar para pagarle al FMI.

Vuelta a la presencialidad, más ajuste

En la vuelta a la presencialidad se reforzó el ajuste en las cursadas. En primer lugar la gestión impuso una política de cupos en las comisiones que es incompatible con la cantidad de inscriptos en la universidad. Les estudiantes nos organizamos en una asamblea autoconvocada para hacer llegar nuestro reclamo, pese a la inacción del Ceungs. Las autoridades no dieron respuestas. Lo que corresponde es pelear por una partida presupuestaria extraordinaria que le gane a la inflación y que sirva para abrir nuevas comisiones de la mano de nombramientos docentes y la construcción de un nuevo módulo con aulas donde les estudiantes podamos cursar.

Al mismo tiempo, la necesidad de becas para les estudiantes es aun más importante que en el pasado. En el conurbano, el 70% de los jóvenes que trabajan está precarizado, con salarios por debajo de la línea de indigencia, mientras que otra inmensa mayoría directamente está en condición de desocupado. ¿Cómo se puede ir a la universidad si no tenemos los ingresos necesarios para comer, viajar, pagar un alquiler? Si la universidad le da la espalda a esta realidad ¿es inclusiva realmente? Para nosotres no.

Luchamos por una universidad que verdaderamente le abra las puertas a la juventud trabajadora y sobre todo garantice su permanencia y egreso. Para ello necesitamos una reorganización completa de la universidad, sobre la base de la dirección de estudiantes y trabajadores docentes y no docentes.

Co-gobierno universitario

Quien toma las decisiones en la universidad es el Consejo Superior. Tiene 48 representantes, de los cuales solo 12 pertenecen al claustro estudiantil, es decir ¼ de la representación, pese a que somos el claustro más grande de la universidad (20 mil estudiantes inscriptos). Al mismo tiempo los docentes investigadores, el claustro más pequeño con un padrón de 187 votantes, tiene una enorme sobrerepresentación de 12 consejeros. Mientras que los docentes asistentes también tienen 12 representantes. Pero uno de los datos más importantes es que los docentes MAF (peores pagos mediante contratación interina) no tienen derecho a votar. El claustro No docente tiene una sub representación de 5 consejeros, igual que el claustro de graduados que tiene el segundo padrón más grande. Es muy claro que las mayorías tienen una mínima representación y las minorías están sobrerepresentadas.

La elección de todos estos representantes, incluyendo rector, vicerrector y la composición de los institutos se vota a través del voto directo, pero en el caso de la elección de rector y vicerrector el voto es ponderado. Este formato tiene una fachada democrática, ya que de manera formal iguala a todos los claustros: un estudiante, docente, graduado o no docente, vale lo mismo, un voto. Pero existe una trampa, la ponderación. A saber: el voto de un docente vale el doble que el de un estudiante. De esta forma, la desigualdad en la composición del Consejo Superior se reproduce también en el voto: el del estudiante vale menos pese a que somos la mayoría de la comunidad educativa.

Por listas unitarias del FEI y el activismo, por la democratización y las reivindicaciones estudiantiles

Desde el Yunque y el FEI desde hace años que nos presentamos a elecciones de consejeros en función de colocar este debate entre les estudiantes y el conjunto de la comunidad educativa. En las últimas elecciones logramos conquistar consejeres, tanto en el Superior como en los Institutos, que son una garantía en defensa de los reclamos estudiantiles y de la comunidad educativa, y una trinchera de lucha contra el ajuste, gobierne quien gobierne. Solo las listas del FEI levantan esta perspectiva combativa en tiempos de ajuste y FMI.

La lista oficialista del Puente-Funyp (dirección del centro de estudiantes) está integrada de pies a cabeza a este régimen universitario antidemocrático y ajustador. Ambas agrupaciones lo defienden y promueven. Para ellos estar en el Consejo Superior significa un puesto para hacer carrera al interior de la universidad y conseguir algún carguito en la gestión. Por ello son aplaudidores y “levanta manos” oficiales del Rectorado. Año tras año aprueban los presupuestos de ajuste, lo hicieron incluso bajo el gobierno de Macri. La actitud del Puente-Funyp como conducción del centro es exactamente igual. No hablan de ningún reclamo ni problemática estudiantil. Ni siquiera lucharon por la acreditación del boleto que acabamos de conquistar mediante la organización estudiantil que incluyó una importante movilización a la Gobernación de Kicillof hace algunos días atrás.

Nosotros somos antagónicos a estos burócratas. Peleamos por un movimiento estudiantil activo, que delibere y luche en defensa de la universidad pública. Que tenga como perspectiva la unidad con los trabajadores ocupados y desocupados para enterrar el ajuste fondomonetarista.

Bajo este programa y caracterización política llamamos a las agrupaciones que componemos el FEI-U, al Nuevo MAS y a los sectores independientes a unir esfuerzos en una lista unitaria que tenga como punto nodal desenvolver la organización combativa e independiente de les estudiantes por todas las reivindicaciones y contra el pacto del gobierno y el FMI. Si coincidimos en este punto tan importante y elemental sobran razones para pelear juntos. Las agrupaciones que actúan con una metodología sectaria contra el frente único atentan contra la organización de les estudiantes y favorecen a las agrupaciones del gobierno y el rectorado.