Las elecciones de la Facultad de Ciencias Sociales ratificaron una tendencia que se expresó en el resto de la UBA: el fracaso del Frente Grande como pretendido relevo del radicalismo. El Frente Grande realizó una campaña aún más despolitizada que la de Franja Morada, destacando en sus volantes una serie de ambigüedades usadas generalmente por las agrupaciones de derecha en el movimiento estudiantil (“ideales, compromiso, participación y trabajo”) y soslayando el problema de la privatización de la Universidad, que ha venido impulsando junto al radicalismo. Es evidente, además, que los carteles con la foto de abrazo de Menem y Alfonsín no lograron conmover a los estudiantes, descreídos de los planteos menemistas del Chacho “Cavallo” Alvarez y su alianza con Bordón. Pero ojo, no sólo fracasaron los “chachistas”, sino también los “solanistas” , ya que todos se presentaron juntos en la lista del Frente Grande en Sociales, obteniendo un triste segundo puesto, y 3 puntos menos del porcentaje general de votos que el año pasado.

Otro de los derrotados fue el FICSO, del ex vicerrector de la UBA Atilio Borón, integrante de la Unidad Socialista, que redujo su votación considerablemente. Lo mismo le pasó al Pts, que en alianza con el Mas perdieron más del 20% de los votos que había obtenido el año anterior, sumando este retroceso al de años anteriores.

En cambio, la UJS, a la cabeza del Frente de Izquierda (con el Mst y la Lsr) se consolidó, conservando la Secretaría en el Centro de Estudiantes y creciendo en un 10% respecto del año pasado, con el 4% del total de votantes (170 votos). Lo más destacable en este punto es que una gran parte del activismo que protagonizó la reciente lucha contra el “censo del arancel” se definió por el Frente de Izquierda, fundamentando esta decisión en la solidez de las posiciones de la UJS y el Partido Obrero, y de su política por reagrupar a la izquierda y al activismo.