Universidad

7/6/2021

Elecciones en Sociales-UBA: una guerra de camarillas (y en pandemia)

El martes 18 de mayo, el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) aprobó el llamado a elecciones del claustro de profesores para el mes de junio, en medio de la segunda ola de la pandemia, cuando ya se han alcanzado los 75 mil muertos y 3,5 millones de infectados. Este acuerdo explica más sobre el gobierno universitario que un tratado completo.

Después de dos años de disputas “irreconciliables”, de “sabotajes a la democracia en Sociales” y de tres sesiones fallidas precisamente en torno a este punto, los dos “nuevos” bloques del Consejo Directivo (Radicales-UES vs Mera-La 15, Cullen, la 39 y Nexo) llegaron a un acuerdo por el control del padrón del claustro minoritario de profesores. Durante meses obstaculizaron las designaciones docentes, el nombramiento de ad honorem y demás cuestiones significativas para quienes trabajamos en la facultad, pero votaron el cronograma electoral de profesores que monopoliza la mitad del CD (8 representantes sobre 16), en virtud del retrógrado Estatuto Universitario, y a un tercio de las direcciones de juntas de carrera.

Convalidan así también el ingreso por la ventana de los profesores regulares del CBC. Separan las elecciones de los tres claustros, llevan a agosto las de graduados y dejan sin convocatoria al claustro más numeroso: el de estudiantes. Como si faltara algo más: aprobaron un cronograma electoral que está vencido porque ya se cumplieron los plazos de exhibición e impugnación de padrones de profesores.

La resolución de la única sesión que se realizó en este 2021 ratifica la línea más antidemocrática y burocrática del restringido “demos” universitario que gobierna el CD y las juntas de carrera. Como nunca antes, se vuelve transparente la naturaleza de una disputa que nada tiene que ver con las necesidades e intereses de estudiantes, docentes y no docentes.

Ambos sectores hoy en disputa por el padrón han gobernado y gobiernan en rotación permanente de cargos, entre pases e intercambios también permanentes de los roles de oficialismo y oposición. En otras palabras: son los responsables de una de las más profunda crisis de la Facultad de Sociales.

Una intervención independiente

Dos días después de la sesión del martes negro, estudiantes, docentes y no docentes del Partido Obrero sacamos nuestra primera declaración para denunciar el carácter de estas elecciones, donde lo único que desvela a unos y a otros es el control del padrón para garantizar su continuidad en la gestión y subordinación a la política del gobierno nacional y del Rectorado: al ajuste fondomonetarista, a la completa inexistencia de democracia universitaria, al desconocimiento del convenio colectivo, a la precarización laboral de lxs trabajadorxs docentes y no docentes, a la convalidación de las paritarias entregadas por las federaciones burocráticas, al desmantelamiento progresivo del grado en favor de la máquina expendedora de posgrados y especializaciones aranceladas.

Con este planteo, incluso con las limitaciones del confinamiento y los tiempos de un calendario vencido, impulsamos una deliberación colectiva para recusar todo el proceso y para reagrupar a las y los docentes en un frente de independencia del gobierno y de los oficialismos de la facultad. En ese camino, ratificamos el frente de izquierda en Sociales (con PTS e IS, más La Roja de Trabajo Social) y conformamos un bloque con Imaginación Sociológica –un agrupamiento de centroizquierda de la carrera de Sociología que viene de romper su alianza con Patria Grande. El bloque (Izquierda e Imaginación) acordó un programa de independencia política del gobierno y el llamamiento público a no votar o votar en blanco en las elecciones del claustro profesoral para el CD. Asimismo, planteamos en común un conjunto de históricas reivindicaciones de la facultad: el claustro único docente, la regularización de la planta docente, el salario para los ad honorem, la exigencia de aumento presupuestario.

Como Izquierda en Sociales y con Imaginación Sociológica presentamos en la Junta Electoral una impugnación a todo el proceso electoral que fue rechazado. Sobre esta base, resolvimos la presentación de candidatos en cuatro carreras: Fabiola Ferro (Comunicación), Jorgelina Matusevicius (Trabajo Social) y José Castillo (Política). En Sociología, nuestro candidato es Lucas Rubinich, junto con Paula Varela como secretaria académica y Cecilia Dinius como coordinadora técnica, con una lista de profesores paritaria y con cargos rotativos, que integran Antonio Rosselló y Pablo Heller.

Sociología estallada

Las juntas de carreras –otra vez, gestionadas por uno y otro oficialismo- no fueron convocadas para debatir ni sobre la crisis ni sobre la imposición de elecciones desdobladas y pandémicas. Algo que no sorprende –pero denunciamos- porque las juntas han dejado de ser hace mucho tiempo incluso un espacio “consultivo”.

En Sociología, a partir del reclamo de todas las corrientes, finalmente se convocó a un encuentro que reveló la crisis dentro de la crisis. La reunión terminó con la salida intempestiva (la desconexión) del actual director y el candidato del oficialismo de la carrera.

Hace cuatro años, en Sociología nacía la alianza que llevaría a Carolina Mera como decana, entre la 39 (una parte mayoritaria del Instituto Gino Germani) y los radicales que gobiernan Política y ya habían cooptado a la dirección de Relaciones de Trabajo. Hoy, todo eso voló por los aires y se abre un nuevo episodio de la crisis que, sea cual sea el resultado, no lo va a resolver este compromiso electoral precario entre los oficialismos.

Vamos por una gran campaña de denuncia de esta convocatoria a elecciones y de la naturaleza del gobierno antidemocrático de la UBA. Por el llamamiento a no participar o votar en blanco a profesores de CD. Por un programa de salida del pantano de Sociales. Por un movimiento docente, estudiantil y no docente que ponga en pie una facultad y una universidad sobre nuevas bases sociales.