El problema del cupo universitario, cuya reciente promoción mediática se corresponde con la ofensiva del gobierno contra la educación superior, no es ciencia ficción. Ya está instalado en la universidad y, en la UBA, la pelea contra él arrancó junto a los cursos de verano.

En Medicina, centenares de estudiantes no encontraron lugar en las aulas. La tercerización del manejo de la inscripción en la agrupación Nuevo Espacio se convirtió en un búmeran. Cientos y cientos de estudiantes participaron de asambleas y auto-convocatorias donde se denunció a los falsos “reformistas” que custodian, en nombre del decano, las enormes restricciones a la cursada. Gracias a la organización independiente que promovimos desde El Frente y las movilizaciones a la Secretaría Académica se logró la inclusión y reconocimiento de muchos estudiantes que se habían quedado afuera.

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Otro tanto ocurrió en Psicología, donde las aulas se sobre-cargaron de alumnos por la negativa de las autoridades de Franja Morada a designar docentes en cátedras independientes. Esto provocó crisis en varios cursos, cuyos docentes naturalmente rechazaron dictar clases en condiciones anti-laborales y anti-pedagógicas. El EPA! se puso al frente de organizar a los estudiantes, y luego de juntar cientos de firmas y movilizarnos junto a los afectados logramos el compromiso de que se abran nuevas comisiones.

Con el inicio de los cursos de verano los estudiantes de la UBA ya obtuvieron sus primeros triunfos contra el cupo, y la UJS jugó en esta pelea un papel organizador.

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