Universidad

15/4/2021

LANUS

Estudiantes y graduados de la UNLa vuelven a las calles contra el ajuste del Rectorado

Por la tarde del miércoles, en las puertas de la Universidad de Lanús (UNLa), el combativo movimiento de estudiantes y graduados ha desenvuelto un nuevo piquete para rechazar la política anti educativa y ajustadora del Rectorado de Ana Jaramillo. Tuvo el valor político de abrirse paso mientras en los corredores de la universidad sesionaba el Consejo Superior, obligado, pese a su intento de legislar contra el conjunto de los estudiantes y como fruto de la organización y de la lucha, a tratar los problemas estudiantiles.

La jornada de acción ha sido el resultado de una importante deliberación asamblearia, acontecida el pasado lunes. Allí se votó, asimismo, a favor de la introducción de un anexo que contiene demandas del naciente movimiento de estudiantes ingresantes y la creación de una comisión de solidaridad, cuyo objetivo es atraer la adhesión y el apoyo de aquellos contingentes de estudiantes y trabajadores que hoy protagonizan luchas por diversos reclamos, muchos de ellos íntimamente ligados a lo padecido hoy por los estudiantes de la UNLa.

Así, bajo la consigna “en defensa de la educación pública” y con un pliego de reivindicaciones de lo más amplio (entrega de títulos, más cupos para finales, protocolos para la realización de prácticas, aumento del presupuesto educativo, entre otras) los estudiantes y graduados irrumpieron en la escena local. El piquete ha producido, como ocurriera en la jornada de corte y movilización previa, que las fuerzas de seguridad intervengan ambos carriles de la calle.

Se trata de un factor más del clima de conflictividad reinante en el terreno de la política universitaria, con sus expresiones más nítidas en el último paro docente de 48 horas contra el desplome salarial, o en las diversas movidas estudiantiles (UBA, UNLP, UNA, entre otras) que vienen enfrentando los embates del ajuste y a menudo los escollos de las conducciones estudiantiles que desarrollan una política de contención y de adaptación a los rectorados y a los gobiernos. La heroica movilización de la juventud piquetera por conectividad y medios para la cursada virtual que culminó con la ocupación del Ministerio de Educación nacional se ha convertido en un hito de la lucha contra el desguace presupuestario y sentó un precedente que debe ser tomado como ejemplo por el conjunto del movimiento educativo.

La sesión

El papel interpretado por las autoridades universitarias se caracterizó por un mayúsculo grado de hostilidad política hacia los estudiantes y graduados, a cuya acción callejera han llegado a calificar como “incorrecta”. Se trata de una burocracia ajena a los intereses del estudiantado, que ha estado funcionando como correa de transmisión del ataque de los distintos gobiernos a la educación pública; esto no solo quedó de manifiesto con los reclamos estudiantiles en curso, sino también en 2020, con el abandono a tomar cualquier iniciativa para suplir las carencias materiales de los estudiantes a través de becas y conectividad para sostener las cursadas.

La reunión del Consejo Superior tuvo como punto de partida el tratamiento de algunos de los reclamos en boga. Esta ha sido antecedida por la entrega de un petitorio –que contiene un extenso desarrollo de los problemas que acucian a los estudiantes y graduados- que logró recoger el apoyo de 1500 firmas, impulsado el viernes 9 de abril, que ha concentrado un fuerte rechazo por parte de las autoridades. Francisco Pestanha, director del departamento de planificación y políticas públicas, se opuso a discutir el petitorio pues lo consideró una “falta de respeto a la institución” que no coincidiría con la realidad.

La banca conquistada por la lista Multicolor en las últimas elecciones del Consejo Superior ha llevado al recinto los reclamos del movimiento de lucha y del conjunto de los estudiantes, lo que ha constituido un acalorado escenario de debate y de lucha política.

Comenzaron a manifestarse en él los primeros alcances de la organización estudiantil en la medida en que ha salido a la luz que el día martes se entregaron más de 54 títulos a firmar por Jaramillo y se colocó sobre la mesa la necesidad de avanzar en la aceleración de los trámites que conciernen a la acreditación en actas de los mismos. En su intervención, el vicerrector Pablo Narvaja aseguró que está en ciernes la negociación de un protocolo con diferentes universidades y hospitales para las prácticas de la carrera de enfermería, acerca de lo cual, no obstante, todavía resta su concreción, y es fundamental que a la hora de su puesta en práctica se encuentre bajo gestión de los estudiantes. Además, el Consejo votó a favor de ampliar la inscripción a los finales de cursada, elevándola a seis por cada una.

Ahora las autoridades deberán dar cuenta de estar impulsando realmente las propuestas y responder por el resto de los reclamos pendientes, fundamentalmente los documentos presentados, lo que hace imperioso profundizar la lucha.

Desafíos

El movimiento de estudiantes y graduados ha demostrado que existen reservas de lucha para enfrentar la política ajustadora de Jaramillo.

Esto ha dejado en ridículo a los centros de estudiantes oficialistas, que de manera demagógica y ante el creciente malestar estudiantil presentaron hace unos días un petitorio para la mencionada ampliación de finales, con lo que probablemente busquen aparecer como un factor progresivo de la lucha educativa. Lo cierto, sin embargo, es que desarrollan una política de encubrimiento y de apoyo al Rectorado y todo este tiempo han trabajado en pavimentar el camino para que prosperen sus ataques.

En el marco de la brutal crisis económico-social existente y cuando estamos en las vísperas de una verdadera catástrofe sanitaria, se torna urgente que los estudiantes y los graduados puedan acceder a sus títulos, puesto que eso permitirá que afronten en mejores términos la búsqueda laboral; la situación de los graduados en salud se revela como uno de sus casos más alarmantes habida cuenta la necesidad de reforzar el sistema sanitario en la actual etapa y aminorar de este modo la sobrecarga de sus trabajadores.

La próxima semana tendrá lugar la realización de una nueva asamblea y su objetivo será discutir el carácter que tomarán las medidas de lucha venideras, y cuyas resoluciones serán puestas en práctica como parte de una profundización del curso emprendido.

Desde La Caldera (UJS + Independientes) apoyamos y acompañamos la lucha de los estudiantes y los graduados y colocaremos toda nuestra energía al servicio de su victoria.