Universidad

16/3/2006|937

Etcheverry confiesa su fracaso

La asamblea universitaria es reaccionaria


El actual rector de la UBA pretende seguir en su cargo durante cuatro años más, aunque ‘a priori’ sus posibilidades parecen remotas. Su bloque original se ha partido y una parte de él apoya el retorno del shuberofismo —que encabeza el decano de derecho, Alterini.


 


Jaim Etcheverry no pudo ser más claro: “veo un cierto peligro en el regreso a muchas de esas prácticas del pasado, incluso de la mano de la misma gente… que permitieron que yo accediera al Rectorado” (Página/12, 9/3). Etcheverry gobernó con las camarillas del shuberofismo; como no hubieron concursos docentes, tampoco se modificó la estructura profesoral de la universidad. Es natural que no pueda polarizar ahora con el shuberofismo. ¿Cómo lo va a denunciar o enfrentar?


 


Jaim Etcheverry no puede siquiera levantar la bandera de la transparencia: más de 180 millones de pesos que la UBA tenía depositados en una cuenta bancaria, de los descuentos patronales retenidos a los docentes y no docentes, se esfumaron sin explicación.


 


El actual cogobierno entre las distintas camarillas de la UBA ha impulsado los acuerdos con las empresas, la “venta de servicios”, el entrecruzamiento con la “patria inmobiliaria” y las pasantías en las empresas privatizadas y las dependencias del Estado. Este proceso privatizador fue justificado como una forma ‘creativa’ de conseguir fondos para el funcionamiento de la universidad. Ahora que hay un gobierno ‘nacional y popular’ lo disfrazan como una política de unidad entre la universidad y las necesidades del país… que no son otras que las de Repsol, Techint y la ‘patria devaluacionista’. No sorprende que estas camarillas separaran de su cargo al decano de Ingeniería Bruno Chernusky Frías por su oposición a la Coneau, a la venta de servicios y a los manejos turbios de la “Fundación Facultad de Ingeniería”. La separación del decano había sido motorizada por el shuberofismo y pactada luego con el propio rector.


 


Rechazamos las alternativas que plantea la Asamblea Universitaria; planteamos la realización de un juicio de responsabilidades a todos los candidatos que pasaron por la dirección de la universidad y de las facultades. Es necesario que se forme una Comisión Investigadora, con mayoría estudiantil y sindical, para preparar el dictamen que dé lugar a un juicio de responsabilidades al personal político que gobernó la UBA en la última década.


 


Llamamos al movimiento universitario a discutir esta propuesta y a preparar una gigantesca movilización el 4 de abril a la Asamblea Universitaria.


 


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