Universidad

13/5/2017

FADU-UBA: ¿A dónde va el Centro de Estudiantes?


El miércoles, cientos de estudiantes y docentes de la Facultad de Arquitectura y Diseño Urbano (Fadu) nos movilizamos, en el marco de una plaza con medio millón de personas, contra el fallo del 2×1 para los genocidas. La multitudinaria movilización fue un golpe demoledor a este fallo de impunidad y a todo el operativo de “reconciliación” con las Fuerzas Armadas que impulsa el gobierno con el apoyo entusiasta de la Iglesia.


 


Al mismo tiempo, la movilización fue el escenario de un realineamiento de fuerzas en el movimiento estudiantil. La Fuba, como ya había ocurrido el 24 de marzo, marchó “duplicada”: con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVyJ) y con las organizaciones kirchneristas.


 


La novedad estuvo en la Fadu. El Centro de Estudiantes (CEADIG), por decisión de La Corriente (CRCR, Comité por la Reconstrucción del Comunismo Revolucionario), rompió con la tradición de movilizarse junto al EMVyJ y marchó junto a los centros dirigidos por Patria Grande en la columna de la burocracia sindical y las organizaciones K. El argumento esgrimido por La Corriente fue que citaban ahí para “converger con los docentes”. Es un planteo tramposo que debe ser precisado. La Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA) marchó con el EMVyJ, o sea que con el mismo argumento podrían haber justificado participar de la columna independiente. El problema no estaba, por tanto, en converger con los docentes en general, sino con aquellos profesores vinculados a las autoridades de la FADU e incluso con el propio decano y sus funcionarios. La Corriente adaptó la convocatoria del CEADIG a las necesidades de Luis Bruno.


 


El problema no es que Bruno se movilice contra el 2×1 a los genocidas, sino juzgar el costo que pagamos los estudiantes al marchar con Bruno. En pos de converger con las autoridades, el CEADIG abandonó el Encuentro Memoria Verdad y Justicia que ha sido la expresión de la lucha contra la impunidad de todos los gobiernos y partidos.


 


No se trata meramente de una reivindicación histórica, sino de un problema actual. Una lucha a fondo contra la impunidad nos exige ir contra el gobierno y los partidos que votaron la designación de los jueces del 2×1 en el Senado. ¿Es posible acaso enfrentar este nuevo 'punto final' con Luis Bruno, que viene de hacer un frente con el PRO contra el CEADIG? ¿Vamos a terminar con la impunidad de la mano de Freidin, él mismo imputado por malversación de fondos en Sueños Compartidos? En el Consejo Directivo, Freidin defendió la reconciliación con las Fuerzas Aradas. En medio de una semana de huelga y lucha educativa, una columna indiferenciada del CEADIG con las autoridades, sirve de blanqueo para una gestión que sostiene más de 1800 docentes ad honorem, que privatiza los espacios de la facultad y votó el presupuesto del 0% de aumento. El CEADIG debe esforzarse por clarificar ante los estudiantes el papel de las autoridades como gestoras del ajuste macrista y no darles un barniz progresista, poniéndoles el pañuelo blanco.


 


La actuación de La Corriente frente al 2×1 marca una línea de continuidad con el rechazo a la columna independiente en la marcha del 7 de marzo y con su actuación a la rastra de La Cámpora en el Congreso Abierto de la Fuba. Es una política moldeada por la presiones de las autoridades de la FADU y del kirchnerismo. La amenaza de abandonar la Junta Representativa de la Fuba sería, de concretarse, el anticipo de la ruptura de Estudiantes x el Cambio en función de una coalición con los K. Llamamos a La Corriente a torcer este rumbo de entrega de la independencia política del CEADIG y a defender una Fuba de lucha contra Macri y sus socios ajustadores. Los estudiantes de la Fadu tenemos que intervenir activamente en esta polémica, para defender al CEADIG de los estudiantes.