Universidad

20/7/2020

Filosofía y Letras-UBA: el decano Cristófalo y el Cefyl venden humo con los finales

La posición de la UJS frente a los exámenes virtuales.

Consejero estudiantil por la carrera de Historia

Esta semana, en la comisión de enseñanza del Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, la gestión de Américo Cristófalo avanzó en su propuesta de mesas de finales para agosto. Se podrán rendir materias regularizadas antes de marzo y exámenes libres de idiomas. También podrán presentarse estudiantes de intercambio. La conducción del Cefyl (centro de estudiantes), en manos de El Colectivo –cuyo tres consejerxs votaron a favor del proyecto- salió rápidamente a festejarlo como una conquista del movimiento estudiantil, pero el proyecto encierra un montón de restricciones y aumenta la flexibilidad laboral docente. La izquierda, junto con la Asociación Gremial Docente (AGD), fue la única que presentó un proyecto alternativo, para que los estudiantes y trabajadores docentes y no docentes podamos participar en la decisión de cómo deben ser los finales, y para que la facultad destine sus recursos a garantizar nuestras condiciones de conectividad.

El decanato nos hace perder los finales

La propuesta de exámenes finales del decanato, sin mediar el presupuesto que corresponde, ha dado lugar a una catarata de restricciones, filtros y flexibilización docente.

En primer lugar, dejan afuera a todes les estudiantes que cursaron en forma virtual este cuatrimestre. En segundo lugar, a lxs pocxs que quedan habilitados para rendir –aquellos con finales remanentes- les brindan menos de un mes de preparación. Nadie que viva de su trabajo ni esté al cuidado de hijes u otres familiares puede preparar nada en tan poco tiempo. Además, como frutilla del postre, la fecha es sólo una semana después del cierre de este cuatrimestre. Por último, excluyen a tode estudiante que no tenga una computadora con cámara y conexión óptima, ya que para acceder al final se necesitaría al menos una instancia sincrónica de reconocimiento facial.

Este modelo de evaluación está en línea con los sistemas de evaluación del Ministerio de Educación, rechazados por la AGD por su orientación antipedagógica y de control sobre les estudiantes. Los sistemas virtuales como el “SIU Quechua” (aprobado por el ministerio y el Consejo Interuniversitario Nacional) plantean la evaluación no como instancia de aprendizaje, sino como un interrogatorio con sanciones, y presentan características que van en contra del derecho a la privacidad, habilitando a softwares que recopilen datos sensibles. La virtualización sin presupuesto, orquestada por el gobierno nacional y el régimen universitario, es la raíz de todos los problemas.

Les docentes en el banquillo del acusado

Por el lado de les docentes, la gestión viola el convenio colectivo de trabajo con la famosa “autorización” -eufemismo que encubre una tarea no remunerada- a les auxiliares a tomar exámenes virtuales, porque no garantiza la conectividad y equipos, y porque no garantiza tampoco que se cumpla con la jornada laboral. Por el contrario, el proyecto actual sólo puede ser llevado a cabo con sobreexplotación docente.

Ante el reclamo de la AGD-Filo contra estos atropellos al convenio colectivo de trabajo, la gestión –y otros grupos afines al rectorado de la UBA – han agitado el fantasma de que “podríamos quedarnos sin nada”.

Más allá del latiguillo conservador, esto representa una mentira por partida doble. Porque lo que plantea la AGD es que podamos definir la organización y las modalidades de examen en pie de igualdad, junto con equipamiento de conectividad. La abrumadora mayoría de les estudiantes ya hemos perdido los finales, a manos de la gestión.

El Cefyl vende humo con los finales

Mientras tanto, la conducción del CEFYL está del otro lado del mostrador. No sólo han rechazado el pedido de cientos de estudiantes le hemos hecho para convocar a una asamblea virtual.  Su intervención ha dado un salto en las últimas semanas: en el Consejo Directivo se sumaron a excluir la participación de las gremiales docentes en la confección de los protocolos de finales, y carnerearon el paro nacional de la docencia universitaria del viernes 9. Están con la gestión y el Ministerio, contra estudiantes y trabajadores, porque forman parte del mismo espacio político que las autoridades y el gobierno nacional.

Estudiantes y docentes proponemos una salida

El interés de estudiantes y docentes choca contra el de las camarillas que monopolizan el régimen universitario. Desde la UJS + Independientes (minoría estudiantil en Consejo) y La Naranja Docentes Universitarios (conducción de AGD-Filo) realizamos una reunión que agrupó a numeroses docentes y estudiantes de Filo, e hicimos un llamado a todas las organizaciones políticas que se reclaman independientes de la gestión y del gobierno a un gran plenario para votar una campaña en común que se estructure sobre la base de la defensa del presupuesto.

Ahora planteamos que las mesas de finales deben ser discutidas con las gremiales docentes, no docentes y estudiantiles. Es necesario que se garantice que todes les estudiantes conservemos la regularidad para las cursadas, sin la exigencia de correlatividades, en el marco de una medida que es excepcional. Las autoridades no pueden imponer funciones extra ni sobrecargas en las mesas de finales a docentes, obligándoles a cumplir tareas sin personal ni equipamiento. La facultad debe garantizar la acreditación del examen final, así como  proveer el soporte necesario.

Les estudiantes que nos anotemos para rendir un examen debemos ser contactados con anticipación por la facultad para constatar cuáles son nuestras condiciones de conectividad. En caso de requerirlo debemos poder optar por una modalidad que no implique una conexión sincrónica, como una monografía o cuestionario. Finalmente, también debemos poder tener acceso a trámites, como los relativos a la entrega del título.

Llamamos a todes les estudiantes y docentes a conectarse este martes a las 15 horas a la próxima sesión del Consejo Directivo, para defender una propuesta de finales que contemple los derechos estudiantiles y docentes.