Universidad

27/3/2018

Franja Morada adelanta el Congreso de la FUA

Crisis interna en la juventud macrista

La semana pasada la Franja Morada convocó a la Junta Ejecutiva de la Federación Universitaria Argentina (FUA) con el objetivo de adelantar el congreso de renovación de autoridades para el 11, 12 y 13 de mayo en la ciudad de Rosario. Hacía nueve meses que la Ejecutiva de la FUA no se reunía, desde que en junio de 2017 su presidenta, Josefina Mendoza, decidió enlistarse en Cambiemos como candidata a diputada nacional. Precisamente con este hecho tiene que ver el actual adelantamiento.


Originariamente, el congreso de la FUA estaba previsto para el 15, 16 y 17 de junio en Córdoba para coincidir con el centenario de la Reforma Universitaria (los estudiantes cordobeses impidieron la elección de Antonio Nores, el candidato clerical, el 15 de junio de 1918). El congreso se iba a realizar en conjunto con la CRES, una conferencia de rectores de universidades públicas y privadas de todo el continente. El propio Macri intervendría en la CRES para anunciar su “contra-reforma”, ya pactada con los rectores, que equipara “trayectos formativos” de universidades públicas y privadas, degradando las carreras, introduciendo el trabajo gratuito y favoreciendo la privatización. En la idea del gobierno, como hace 100 años, su (contra) reforma debía propagarse desde Córdoba a toda América Latina, esta vez con el apoyo de auspiciantes como el Banco Santander. En “homenaje” a los jóvenes del ’18, la CRES adoptaría este programa de liquidación de la universidad pública a escala continental.


Crisis morada


Pero algo se interpuso con el plan de la juventud de Cambiemos. El 14 y el 18 de diciembre, miles de jóvenes y trabajadores salieron a las calles a enfrentar otra “reforma”, la que legalizó el robo a los fondos de la ANSES. Ese día, Josefina Mendoza, ya como diputada, votó a favor de la rebaja a los jubilados (la UJS inició una campaña por su renuncia inmediata y la convocatoria a un consejo nacional de centros de estudiantes para votar un plan de lucha contra los ataques del gobierno). Se abrió una crisis objetiva al interior de Franja Morada. Sus agrupaciones de la UBA salieron a despegarse de Josefina. Defendieron el voto negativo de Martín Lousteau, que en realidad fue una coartada para asegurar el quórum en Diputados, de parte de quien por esas horas negociaba su ingreso al bloque de Cambiemos.


La disputa al interior del radicalismo está al rojo vivo. Por estos días, el jefe de campaña de Lousteau, Roy Cortina, pasó de proponer al ex embajador en EEUU como candidato a presidente para enfrentar a Macri en 2019, a ser denunciado por el propio Lousteau por “venderse a Larreta por un cargo”. Esta crisis tiene como telón de fondo el rechazo creciente de amplias capas de la juventud al gobierno y a su “reformismo permanente” contra los trabajadores. En estas condiciones, el voto de Josefina fue una mochila demasiado pesada para las espaldas de Franja Morada. La facción de Enrique Nosiglia y Emiliano Yacobitti, a la cual le correspondería designar a la nueva conducción de la FUA, pugnó por el adelantamiento del congreso para liberarse de ese peso lo antes posible.   


¿Frente “anti-Franja”?


En las horas previas a la reunión de la Ejecutiva, se especuló con la idea de un gran frente “anti-macrista” para desplazar a Franja Morada. Alimentaron esa posibilidad una serie de fotos y eventos que reunieron desde la JUP (PJ), el MNR (PS) y Libres del Sur a la Mella, Miles y la CEPA (PCR), pasando por la Cámpora, el MPE y otras agrupaciones kirchneristas que se habían apartado de la FUA en nombre de una federación paralela que nunca hizo pie. Para la Ejecutiva, sin embargo, estas fuerzas no lograron llegar a un acuerdo y terminaron votando dividas, lo que facilitó la tarea de la Franja. Como ocurre en el plano nacional, el PJ inició sus “movimientos” para el 2019 pero está lejos de encontrar un eje común, a pesar del apoyo entusiasta que ofrecen toda clase de oportunistas y ex izquierdistas. Un problema adicional es que, de avenirse a un frente, muchas de estas agrupaciones perderían buena parte de sus delegados, conseguidos en congresos anteriores gracias al “inflador” de la Franja.


Estas fuerzas reproducen en el movimiento estudiantil el mandato de los rectores, los gobernadores y la burocracia sindical. Que el objetivo de este pretendido frente no es enfrentar las reformas de Macri lo prueba el hecho de que las federaciones y centros que dirigen estas agrupaciones no impulsan ninguna lucha contra el gobierno. La JUP hizo un bochorno en Jujuy, al negarse a acompañar las movilizaciones contra el ingreso de la policía a la universidad, que había apresado y golpeado a un militante de su propia fuerza. La pata izquierda de este frente (CEPA-Mella) hizo lo propio al darle la espalda en Comahue a la lucha de las trabajadoras de limpieza tercerizadas, integrarse en Rosario a la gestión de Psicología que acreditó la carrera a la Coneau o ubicarse en La Plata en el Rectorado de Fernando Tauber, que pactó el Sistema de Reconocimiento Académico con el macrismo.


Plan de lucha y bloque independiente


Mientras se producen estas maniobras oficiales y rejuntes opositores, las clases se inician en el marco del plan de lucha de los docentes universitarios, que rechazaron el 15% en cuotas e irán a un paro de 48 horas el 10 y 11 de abril. Otra gran pelea, la lucha por la legalización del aborto, requiere para triunfar de una acción enérgica de la juventud. En base a estas tareas, la UJS intervino en la Ejecutiva de la FUA para proponer la convocatoria inmediata a un consejo nacional de centros, que debata un plan de lucha por estos reclamos y una campaña para derrotar la “contra-reforma” de Macri y los rectores. Tanto la Franja como así varias de las fuerzas del supuesto frente opositor rechazaron nuestro planteo con excusas de calendario.


De cara al adelantamiento del congreso de la FUA, la UJS convoca a formar un gran bloque independiente del gobierno y las autoridades. Llamamos al Frente de Izquierda a iniciar una campaña común por este propósito. La primera tarea es volcarse de lleno en apoyo a la lucha docente, con asambleas y acciones de lucha en todo el país. En simultáneo, extender a todos los lados el plebiscito de la Fuba por el aborto legal, que la UJS está llevando con gran éxito a cada colegio y facultad. La Mesa Nacional de la UJS editó un folleto contra la reforma educativa para lanzar una gran campaña de agitación en todos los lugares de estudio. Sobre esta base impulsaremos a una gran movilización al congreso de la FUA en Rosario. La pelea para derrotar la “contra-reforma” es inseparable de la lucha por una nueva dirección del movimiento estudiantil.

En esta nota