Universidad

24/5/2006|947

La UJS desnuda a la camarilla “progresista”

El 8 de junio todos al acto de la UJS-PO


El 18 de mayo fue reelecta la decana de Psicología. Frente a la campaña de denuncia de Praxis (UJS) y otras agrupaciones, el Consejo y la decana realizaron una sesión pública en el hall central, con la intención de dar así una imagen de “transparencia”. Casi todos los consejeros, incluyendo a los “independientes” de Asociación Libre (La Bisagra-CTA), hicieron uso de la palabra para justificar su voto por la actual decana. La consejera del frente EPA (UJS-MST-Independientes) fue la única que fundamentó su voto contra la reelección. Su impugnación hizo hincapié en que los estudiantes no sabían qué era lo que se estaba votando y reclamó una elección “directa” que debiera luego ser refrendada por el actual Consejo. No denunció, sin embargo, la política privatista de la actual decana. Hasta ese momento, la sesión transcurría con tranquilidad.


 


La intervención de la UJS cambió el eje político de la jornada. Denunciamos que lo que quería mostrarse como un “idilio democrático", en supuesto contraste con lo que estaba sucediendo en la Fuba, no tenía nada que ver con la democracia. Planteamos que la mayoría de los docentes no tienen derechos políticos en la Facultad, al igual que los no docentes tercerizados. Planteamos también la discriminación política con el claustro estudiantil, y que este régimen de camarillas es necesario para asegurar una política de privatización y vaciamiento de la universidad pública. Nuestra intervención fue la única que denunció la política de la actual decana y el actual Consejo. Denunciamos que han aprobado una declaración contra la LES sólo para poder aplicarla con más impunidad. A partir de nuestra intervención, las intervenciones de los consejeros “democráticos" sólo fueron para atacarnos.


 


El balance que debe sacar el estudiantado es, primero, que las agrupaciones centroizquierdistas (Asociación Libre, actual conducción del Centro de Estudiantes) son simples correas de transmisión de la política de privatización de la universidad, aunque intenten cubrirse tras un velo “democrático” o “progresista”. Pero, fundamentalmente, esta experiencia ha demostrado que el actual régimen universitario es completamente antidemocrático y sirve sólo para imponer la política de privatización de la educación superior. La tarea de la hora es la lucha por la democratización de la universidad: por el cogobierno trabajadores-estudiantes, con mayoría estudiantil. Por una nueva Reforma Universitaria.