Universidad

4/5/2018

La Universidad de Lanús bajo el ajuste de Macri y Jaramillo

No a los despidos de no docentes.

El ministerio nacional de Modernización ha iniciado una auditoría de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) que consiste especialmente en el pedido de informes sobre la planta no docente y sus tareas.


¿Cuál es el objetivo de Macri y la rectora Ana Jaramillo con esta incursión? Avanzar con despidos de no docentes y eventualmente con una reforma flexibilizadora de su convenio, en el marco de la reforma laboral: así lo denuncian los mismos compañeros, que vienen realizando importantes asambleas.


Esta tentativa de ajuste en la UNLa es inseparable del recorte de 3 mil millones de pesos anunciado sobre el presupuesto universitario nacional, golpeado a su vez por la creciente inflación.


La gestión accedió a confeccionar y entregar los informes solicitados por Modernización, a sabiendas de que que no tienen por motivo ninguna mejora del funcionamiento sino un ajuste liso y llano, como viene sucediendo en organismos estatales.


La decisión de Jaramillo tiene como marco un posicionamiento común de índole general de los rectorados “nacionales y populares” con el macrismo: todos votaron a Hugo Juri, rector de la Universidad de Córdoba y aliado del gobierno nacional, como presidente del Consejo Interuniversitario Nacional. Sin ir más lejos, la UNLa es precursora del programa de Cambiemos para la educación, con cupos de ingreso, privatización de espacios y precarización laboral.


Por su parte la FUNLa, bajo la conducción de las agrupaciones de la gestión (La Cámpora y otras) ha emitido un comunicado que no plantea plan de lucha alguno sino sólo la expectativa de ‘cambiar’ las cosas en las elecciones del 2019.


Por una asamblea interclaustro para hacer frente a este ataque


La pretensión de despedir no docentes es la parte más grave de un ajuste que en la UNLa también se expresa en recortes de cursadas en varias carreras (con cursos bimestrales o tutorías) o en el desmantelamiento del laboratorio de análisis ambiental. La universidad necesita exactamente lo contrario: más cursadas, más oferta horaria, más mantenimiento -en definitiva, más trabajadores.


El conjunto de la universidad debe organizarse contra la pretensión de despedir no docentes y por todos sus reclamos, de forma independiente de la gestión, que es la responsable de la aplicación de ese ajuste. Tenemos que pelear por la apertura de los libros de la universidad clarificando sus ingresos y gastos, que ningún ajuste se descargue sobre trabajadores y estudiantes, por el aumento del presupuesto universitario, en una lucha por defender a la educación pública del ajuste de Macri y los rectores.


Desde la UJS-Partido Obrero, como conducción del CEDePyT (Centro de Estudiantes de Desarrollo Productivo) proponemos la realización de una asamblea del conjunto de la comunidad universitaria para dar respuesta a este ataque y nos ponemos a disposición de los trabajadores y las medidas que resuelvan. No podemos depositar confianza alguna en gremios como la Fatun, que viene de acordar una paritaria acorde a los techos del gobierno: 15% en cuotas.


Ningún despido. Todo el apoyo a los no docentes.