Se pretende comenzar, próximamente, con una nueva carrera en la UBA. Sería la licenciatura en Alimentación, y en vez de dictarse en una facultad se haría en varias, aprovechando las materias y docentes de las distintas carreras.

Con esta carrera entraría en acción el plan de Llach. La licenciatura en Alimentación se dividiría en dos ciclos (como plantea la reforma Shuberoff), para pasar al segundo los estudiantes tendrán que hacer un cuatrimestre de pasantías obligatorias. Los pasantes sólo cobrarían un viático, es decir, serían mano de obra barata para los pulpos yanquis y franceses que coparon la industria alimenticia del país.

Este régimen de pasantías es peor que el actual, ya que ahora los estudiantes, si bien no desempeñan una tarea acorde con su formación, cobran un salario. Con el nuevo plan de Llach tendrían que trabajar pero en forma gratuita.

La camarilla de Económicas se ha prendido de entrada a este negociado, buscando seguramente los favores de los Dadone, Daer y Cia.

La Unión de Juventudes por el Socialismo plantea que debe establecerse un régimen de pasantías formativas de media jornada, controlada por las organizaciones obreras y estudiantiles, con un salario discutido en el convenio colectivo.