A propuesta de la UJS, las organizaciones del Frente de Izquierda impulsaremos un twittazo del movimiento estudiantil con el hashtag #YoApoyoAMisDocentes en apoyo al apagón virtual convocado por la AGD-UBA (Asociación Gremial Docente). Esta acción de lxs docentes se da en un marco general de ajuste universitario, con un presupuesto 2020 que no se vota pese al 60% de inflación interanual. Ya antes de la pandemia, el gobierno había comenzado el año anulando la cláusula gatillo a lxs docentes, que se había obtenido en la lucha contra el gobierno de Macri. Lo que hace aún peor la cuestión es que la cláusula gatillo fue usada como excusa, en su momento, para no otorgarle el bono de $4.000 de estatales a lxs docentes. Ahora, el gobierno, ni siquiera se sienta con la docencia a discutir la paritaria, que venció en junio de 2019. Si Alberto Fernández decía en campaña que se consideraba “hijo de la Universidad pública” lo que está ocurriendo actualmente con la universidad se podría definir como un “parricidio”.

Ceci n´est pas une université

En la UBA, las distintas gestiones de las facultades de “hacer como si”, en el medio de una pandemia, choca con la realidad de docentes y estudiantes. Las “clases” virtuales que las gestiones presentan como un éxito trajeron, hasta ahora, como saldo una profundización de la precarización laboral y la expulsión de miles de estudiantes. La presión del Rectorado y el gobierno para hacer dar clases a docentes y someter a estudiantes a quedar afuera de la universidad contrasta con su falta de voluntad en darle salario a los más de diez mil docentes “ad honorem” -eufemismo para idealizar el trabajo gratuito- de la UBA o en garantizar la conectividad de aquellxs estudiantes que no tienen acceso a datos o computadora.

Para darse cuenta de que el relato de las gestiones es falso basta con entrar a las redes sociales. En todos los grupos de las facultades, lxs estudiantes cuentan, riéndose para no llorar, la imposibilidad de la virtualidad tal cual la presenta el Rectorado. Lo único bueno que trajo esta virtualización forzosa, excluyente y precarizadora, fueron los memes que relatan las situaciones tragicómicas a las que estamos sometidos estudiantes y docentes.

Unidad docente-estudiantil

Por esta razón, la acción de la AGD-UBA se muestra como una necesidad para quienes sufren, por un lado, las políticas de ajuste más general del gobierno y, por el otro, para quienes en particular han sufrido la vulneración de derechos laborales por la virtualización.

Como en la rebelión universitaria de 2018, la perspectiva de la UJS es la de sumar al movimiento estudiantil a la lucha de lxs docentes y sumarle nuestras propias reivindicaciones. A su vez, el programa que se intenta imponer en las 57 universidades nacionales, para tomar exámenes, denominado SIU Quechua, con la intervención del Registro Nacional de las Personas (Renaper) vulnera el derecho más elemental a la intimidad de lxs estudiantes. Estos softwares recopilarán y archivarán los datos más sensibles de los estudiantes en sus hogares, con programas propios de los servicios de inteligencia. Esta cuestión pone de relieve que el gobierno quiere transformar lo que fue presentado como algo excepcional en normal, mientras paralelamente vulnera la intimidad de lxs estudiantes. Este aspecto profundiza la necesidad de una intervención común entre docentes y estudiantes.

Este twittazo se da en el marco más general de acciones que le propusimos a la juventud del Frente de Izquierda para impulsar en común hacia todo el movimiento estudiantil. Llevaremos esta propuesta en común a la Federación Universitaria Argentina y a todos los centros de estudiantes del país, porque si bien la convocatoria parte de un sindicato local, la situación de lxs docentes y la necesidad de que lxs estudiantes los apoyemos, es nacional. Pongamos al movimiento estudiantil de pie junto a nuestros docentes contra este nuevo ajuste contra la universidad.