Luego de conocerse la partida presupuestaria de las universidades para  2018, estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María en su sede de San Francisco se encontraron frente a un cierre de facto de sus carreras en el Centro Universitario (CUSF). Resulta que  el Ministerio de Educación definió de forma unilateral no abrir las inscripciones a las carreras de comunicación, diseño y contador público. Esto generó el rechazo generalizado de la comunidad educativa de la

Universidad (UNVM) y puso a los estudiantes en estado de asamblea y movilización para evitar su cierre.

 

Cabe aclarar que el CUSF funciona bajo un acuerdo entre el gobierno nacional (a través del Ministerio de Educación), la UNVM y la municipalidad de San Francisco. Ya desde hace tiempo se encuentra en una situación de incertidumbre, producto de que su sostenimiento depende de una partida presupuestaria extraordinaria definida por negociaciones entre las partes y no del presupuesto contemplado para el funcionamiento de las universidades públicas.

 

La situación del CUSF y su intento de cierre es una expresión concreta de la orientación educativa que busca establecer Cambiemos con las reformas. Orientación presente en los dichos del presidente Macri de que “se requiere el esfuerzo de las universidades para reducir el déficit fiscal”. Poner en juego la continuidad y el dictado de carreras en base a  un criterio tan ambiguo como “los perfiles que determinan la impronta de la región” no es más que  una cortina de humo para impulsar carreras afines a las necesidades capitalistas actuales en sintonía con el Plan Maestro, la implementación de los créditos en las universidades y la creación de carreras cortas o específicas.

 

Es tan clara la utilización de la educación pública de acuerdo a necesidades ajenas del pueblo trabajador, que mientras en la UNVM peligra la continuidad de las tres carreras que se dictan en San Francisco, en febrero de este año comenzó a dictares la Licenciatura en Seguridad, con cursado exclusivo para policías y gendarmes. El Estado pone nuestra educación al servicio del aparato represivo, a costa de la formación de estudiantes y trabajadores.

 

Para garantizar la continuidad de la cursada en el CUSF y reabrir las inscripciones para el 2018, en San Francisco, Córdoba y Villa María es necesaria la acción conjunta de los estudiantes de todas las sedes. Nuestra garantía es la lucha y movilización independiente. No podemos dejar los destinos de nuestra educación en manos de Luis Negretti y las autoridades de la UNVM, que ya han demostrado toda su docilidad para enfrentar este nuevo ataque a la educación pública. En declaraciones a los medios, el rector ha repetido hasta el hartazgo estar dispuesto a negociar el cierre de las carreras de Contador Público y Comunicación Social por considerarlas “carreras variables”.

 

Para defender la educación pública necesitamos poner en pie al movimiento estudiantil, profundizar las asambleas en la UNVM y convocar a una movilización en defensa del CUSF. Vamos por la apertura de las inscripciones, que se integre el presupuesto del CUSF a la partida universitaria, el rechazo de la Licenciatura en Seguridad y el ajuste en la UNVM.