En el marco de las paritarias docentes universitarias la Conadu y la Conadu Histórica votaron en sus respectivos congresos el no inicio de clases para el segundo semestre. En la Universidad Nacional de Rio Cuarto (UNCR), esto fue refrendado en un plebiscito por la votación de los docentes con un 77% a favor de la medida, con picos del 83% en Ciencias Humanas y del 85% en Veterinaria y Agronomía.

El gobierno mantiene su propuesta de un 15% en cuotas, que se harían efectivas en enero de 2019 y sin cláusula gatillo. Con una inflación anual estipulada en el 30%, una devaluación del peso que llevo en días a una pérdida del poder adquisitivo del sueldo en un 25%, sumado a los tarifazos que continúan y al aumento de toda la canasta básica, esta propuesta es totalmente insuficiente.

El pejotista Rovere, rector de la UNRC, planteo que espera que el gobierno de una propuesta “razonable” a los docentes para destrabar el conflicto y agrego que el no inicio “impide la toma de exámenes, que es lo primero, y luego el inicio de dictado de clases”. Anteriormente habían amagado con el no pago de los salarios y medio aguinaldo, lo que buscan es que pase una paritaria a la baja. No es de extrañar que el macrista Juri de la UNC, presidente del CIN, haya salido con idénticas declaraciones, ellos son la patronal por eso se colocan contra la lucha docentes y en favor del plan de ajuste de Macri-FMI.

Ante esta situación, los kirchneristas de Espacio Independiente, conducción de la FURC, no han movido un pelo. Su ligazón con el rectorado del PJ les impide tomar una posición de lucha como lo demostraron en la toma de la universidad previa al receso invernal, donde cayeron solo como un saludo a la bandera.

La llegada de Lagarde y la letra chica del acuerdo del FMI son bien explícitas. El plan es avanzar en recortes de “gastos públicos”, un plan de mayor recesión económica y carestía de vida para los trabajadores. La universidad pública no es ajena, ya venimos de un recorte en el presupuesto y del recorte de las incumbencias de los títulos, que empalman con el sistema de créditos y las carreras cortas que ya se encuentran en la agenda.

La lucha de los docentes es la defensa de la educación pública y gratuita, por eso debe ser tomada por toda la comunidad universitaria y transformada en una lucha popular. Los estudiantes debemos sumarnos a ella con un programa propio que rechace el recorte presupuestario y de las incumbencias; que rechace el acuerdo Macri-FMI, y el decreto de las Fuerzas Armadas.

Desde la UJS-PO entendemos que la lucha es el camino, para ello nos ponemos en campaña para convocar a una asamblea interfacultades que impulse este planteo y una gran marcha educativa para avanzar hacia el paro por tiempo indefinido por la victoria de los docentes.