Universidad

19/12/2002|785

Por una dirección obrera y de lucha

En la próxima semana se realizará el Congreso de la Fuba, que tiene por función elegir la nueva dirección para todo el año 2003. El Congreso estará integrado por los 130 delegados electos en las elecciones de centros de estudiantes realizadas en los últimos meses.


 


Balance


El año pasado, a pocos días del Argentinazo, el Congreso de Fuba desplazó a la Franja Morada de la dirección del movimiento estudiantil de la UBA. Para reunir los delegados necesarios que superen a la Franja se formó el frente “20 de Diciembre”, integrado por los independientes encabezados por el Tnt y agrupaciones de izquierda, entre ellas la UJS, que obtuvo la vicepresidencia de la Federación. El frente prácticamente integró al conjunto de las agrupaciones opositoras a la Franja Morada con la excepción de la Cepa-Pcr, que rompió por cuestiones de cargos.


El frente “20 de diciembre” tuvo un papel progresivo porque fue capaz de derrotar a Franja Morada. Este solo hecho representó un gran avance si se tiene en cuenta que FM dirigió la universidad desde el ascenso del alfonsinismo casi sin oposición. Su derrumbe actuó como una liberación de fuerzas y abrió una nueva etapa en la cual está en juego cuál será la nueva dirección del movimiento estudiantil.


La progresividad del frente, sin embargo, se limitó al punto de la derrota de Franja Morada. Una vez cumplida esta tarea la nueva dirección de la Fuba fue incapaz de estructurarse como una alternativa política frente a la crisis universitaria y nacional. No jugó un papel de orientación política ni actuó para promover la movilización por los reclamos que se derivan del proceso de destrucción de la universidad pública. Esta situación fue caracterizada por nosotros luego del triunfo del año pasado, donde señalamos que el frente tenía un carácter oportunista, dada su carencia de programa y de homogeneidad política. La propia lucha iba mostrar hasta dónde podía evolucionar esta dirección e iba a seleccionar, por medio de la acción, a sus tendencias más avanzadas.


¡Tal cual! Si bien la mayoría de las tendencias que integraron el frente tienen un carácter democratizante, fueron las agrupaciones “independientes”, encabezadas por el Tnt, las que más acentuadamente mostraron sus limitaciones. Presidieron la Fuba durante los primeros seis meses sin generar ninguna iniciativa política y saboteando las que tomaban otros movimientos populares. Iniciativas como la elección directa de la carrera de Sociología no fueron apoyadas ni divulgadas en otras facultades. Volcaron sus esfuerzos en hacer una gestión eficiente, que finalmente tampoco lograron. El resultado fue que en las elecciones de centro de este año las agrupaciones “independientes” referenciadas con el Tnt han hecho sapo y caído sustancialmente en su votación y en su número de delegados.


 


Cómo avanzar


A diferencia del año pasado, la Franja Morada se encuentra liquidada y se plantea, por lo tanto, estructurar una nueva dirección de la Fuba que supere las limitaciones que se manifestaron durante este año. Esto significa, en primer lugar, que encabecen la Fuba las agrupaciones que han estado impulsando la lucha y la movilización y que con esta política han crecido notoriamente en las elecciones de centro.


La contradicción a superar es que a pesar del crecimiento de la izquierda en las elecciones universitarias el movimiento estudiantil ha estado ausente de la escena nacional. La enorme iniciativa desplegada por el movimiento piquetero, por las asambleas populares y las fábricas ocupadas no tuvo un correlato en las organizaciones estudiantiles, que más allá de algunas luchas aisladas, no fueron un factor político.


La superación de esta situación debe encararse, por lo menos para la Fuba, de arriba para abajo, es decir, con una agitación de la Federación por el “fuera Duhalde” y por una Constituyente convocada por el pueblo, y uniendo al movimiento estudiantil con los trabajadores para una salida independiente de la crisis. El próximo Congreso convocado para febrero por la Asamblea Nacional de Trabajadores es una excelente oportunidad para desarrollar esta iniciativa, a condición de que exista un compromiso en llevar a cabo las resoluciones aprobadas.


La nueva dirección de la Fuba tendrá por delante una crisis excepcional en la universidad. En la ocupación del Rectorado se pusieron de manifiesto los intereses mancomunados que defienden todas las camarillas, incluidos acá los centroizquierdistas. La nueva dirección de la Fuba debe tomar en sus manos la lucha por la expulsión de los actuales gobiernos de las facultades y de la UBA y levantar la consigna de una Asamblea Universitaria democrática, que promueva la formación de gobiernos de lucha mediante la elección directa, es decir la mayoría estudiantil.


La UJS y el Partido Obrero han progresado notablemente en las últimas elecciones. Hemos crecido en votación en todas las facultades y duplicado el número de delegados en comparación con el año pasado. Nuestro desarrollo plantea el desafío de luchar por la dirección de la Fuba para desarrollar con más fuerza la política de la clase obrera en la universidad.