La Unse (Universidad Nacional de Santiago del Estero) ha sido sacudida por un escándalo a raíz de la denuncia del rector contra el decano de la Facultad de Ciencias Exactas por la no rendición de 64.000 pesos supuestamente recaudados por un convenio de la facultad con la dirección de Catastro, por medio de los cuales estudiantes de la Facultad ejercen diversas pasantías.

La respuesta del decano fue denunciar al rector por haber retenido partidas presupuestarias destinadas a la Facultad.

Mientras este sainete de denuncias sigue su curso, los problemas en la facultad se siguen agravando, en especial la enorme deserción provocada, entre otras cosas, por la asfixia presupuestaria que determina la falta de aulas y profesores, los filtros, las cuestiones edilicias, etc. Ante este problema se creó un organismo, el Game (gabinete de mediación educativa) integrado por psicopedagogos con el objetivo de intervenir frente al fenómeno. Hasta ahora sus resultado han sido vanos.

La miseria presupuestaria ha servido a las autoridades para justificar que la Facultad realice todo tipo de convenios con empresas y dependencias públicas para que expriman a los estudiantes con pasantías de 6 horas por 500 pesos, realizando tareas de calificación importante.

Frente a todos estos hechos el centro de estudiantes dirigido por el Unesi (un agrupamiento independentoso de derecha) y la Franja Morada no hacen nada.

La UJS ha comenzado una campaña dirigida a reclamar la asamblea general para resolver un plan de acción por:

Becas para todo el que la necesite; eliminación de la correlatividad en bloque; que se investiguen los convenios con empresas y dependencias públicas y el destino de los fondos recaudados; por un edificio único.