Sin la patota no pueden gobernar

La Asamblea Universitaria en la que fue reelecto el actual rector de la UNT reflejó como nunca el derrumbe del actual régimen universitario. Tuvieron que sesionar encerrados y custodiados por una patota a sueldo y por la Policía provincial. Cuando los estudiantes quisimos ingresar, tanto la patota como la policía nos reprimieron brutalmente, sufriendo muchos compañeros distintos golpes y heridas (cortes, quebraduras, etc.).


La elección, sin embargo, siguió su curso normal como si nada ocurriera, quedando claro que, como advirtió la UJS en cuanta oportunidad tuvo, ninguno de los candidatos representaba una salida al derrumbe universitario, sino que, por el contrario, lo que se elegía era el nuevo verdugo de la UNT. (Las primeras declaraciones del perdedor fueron de felicitaciones al nuevo rector, brindándole todo su apoyo para la nueva gestión.) Uno ordenó la represión (el rector), el otro la avaló. En el ’98, estas personas habían enviado la Gendarmería a reprimir a los chicos que luchaban por ingresar a la Facultad de Medicina.


Este hecho no nos sorprende. Ya en las elecciones estudiantiles la UJS dijo que la única forma de poder aplicar las medidas de destrucción de la universidad pública era mediante el uso de la fuerza, con la Gendarmería. Lo ocurrido en la “Asamblea Universitaria” fue un anticipo de la represión que están dispuestos a desatar para continuar con los planes de privatización de las universidades del FMI, el Banco Mundial y los banqueros.


El movimiento estudiantil repudió masivamente este hecho clamando por “que se vayan todos”, quedando cada vez más claro que debemos luchar por la Asamblea Universitaria de Base para que sea la comunidad universitaria la que gobierne y dirija los destinos de la universidad.


Llamamos a los centros de estudiantes, sindicatos docentes y federaciones estudiantiles de todo el país a repudiar la salvaje represión sufrida por los estudiantes de la UNT.