El movimiento estudiantil de La Plata está en franco ascenso. Más de 2.000 estudiantes recorrieron las calles de La Plata, dándole un carácter activo al paro nacional del último viernes 21. La masiva marcha coronó una semana en la que se tomaron 11 de las 14 facultades de la Universidad de La Plata y la Escuela de Teatro Provincial, en rechazo a la Ley de Educación Superior menemista.

Este proceso se inició un mes atrás, cuando una Asamblea Interfacultades resolvió tomar el rectorado y quebró la parálisis de la FULP. Una semana después, más de 1.000 estudiantes marcharon por la ciudad. Luego del paréntesis de Semana Santa, se desencadenaron las tomas. Hizo punta Trabajo Social, que fue ocupada el lunes por una asamblea estudiantil-docente. El martes a la noche se tomaron Ingeniería, Bellas Artes, Ciencias Naturales, Periodismo y Exactas. El miércoles al mediodía “cayeron” Humanidades, Derecho, Odontología y más tarde Arquitectura. El “efecto dominó” llegó hasta la Escuela de Teatro provincial, que fue tomada por alumnos y docentes.

La secuencia de las tomas es una evidencia de que el activismo y la base estudiantil han desbordado completamente a la dirección fulpista (Franja Morada), que había “planeado” las tomas para el miércoles y con carácter simbólico. La rebelión popular que recorre al país contagió a los estudiantes. Los delegados a la FULP y las asambleas por facultad, que reunieron de conjunto a casi 3.000 compañeros, resolvieron darle un carácter activo, impidiendo el dictado de clases y las tareas administrativas, y llegando en algunos casos a enfrentar a los decanos y funcionarios que pretendían ingresar a los edificios tomados.

La FUA, al igual que la FULP, carecen de un plan de lucha. Intentan “capear el temporal”, pero el ascenso estudiantil tiene raíces muy profundas porque es parte de la rebelión popular que recorre al país. Por eso se abrió paso con enorme fuerza el planteo de la UJS de profundizar las medidas hasta quebrarle el brazo al gobierno y obligarlo a retirar la ley, y de aprovechar el ascenso para recuperar las conquistas perdidas en todos estos años por la implementación de buena parte del contenido privatista , restrictivo y arancelizador de la ley menemista por parte de los rectores, decanos y Consejos Superiores y Académicos, alineados en su mayoría con el Frepaso y la UCR.