Universidad

26/9/1996|512

Triunfo contra la reacción, las vacilaciones y el autoritarismo

Luego de dos jornadas intensas de debate y tensiones, matizado de anécdotas y camaradería…


Luego de una Asamblea General de estudiantes en la noche del día miércoles 18 con la presencia de más de 1.000 estudiantes.


Luego de la vigilia, pasar la noche entre guitarreadas y piquetes para sellar puertas y accesos…


Luego de las 8.30 hs. los cientos de estudiantes junto a docentes, organizaciones gremiales y estudiantes de la CES, impidieron que la Asamblea Universitaria de Bohoslavsky pasara.


El triunfo conseguido hoy, ante el comunicado del rectorado que da por postergada la convocatoria a la Asamblea, implica una derrota en toda la línea de la política del rector y una demostración inapelable de que la reforma educativa menemista del Banco Mundial es resistida masivamente por docentes y estudiantes de todo el país.


Pero debemos hacer un balance. Este no es el triunfo de una acción espontánea. Este es el fruto de los que desde hace tiempo, consecuentemente, venimos planteando acciones concretas para enfrentar esta política.


Hace 20 días atrás, la resistencia de las direcciones de la FUC a hablar de boicot era total y absoluta, al igual que todas las medidas que los estudiantes finalmente les hicieron llevar adelante.


Del mismo modo, la lista “Unidad” (Ptp), minoría en ADUNC, que sólo avalaba el planteo del “rechazo” a la adecuación de la ley como postura a asumir por la Directiva. Con los planteos oportunistas que como corriente política los caracteriza, no hablaron de la toma hasta que ésta ya era un hecho, y luego de que además fuera ya un triunfo, se pusieron a la cabeza de que había que “seguir ocupando hasta que Bohoslavsky suspenda la Asamblea”.


Tanto la UJS como la directiva naranja de ADUNC sostuvieron desde un principio el boicot y la toma, y la impulsaron confiando en que era posible llevarla adelante.


Esto demuestra la confirmación de una caracterización política correcta y es por lo tanto, objetivamente, nuestro triunfo.