Triunfó el acampe universitario

El movimiento estudiantil acaba de protagonizar una gran jornada de lucha, siguiendo el camino del movimiento piquetero. Los métodos fueron los mismos, los que impuso el movimiento piquetero a todo el país: movilización, acampe, desafío a la represión policial, forzar una reunión y quedarse en el lugar hasta conseguir el objetivo.


Así sucedió. El 28 de agosto las federaciones estudiantiles de La Plata y Buenos Aires se movilizaron en conjunto al Ministerio de Educación, pusieron sus carpas, forzaron una reunión con las autoridades, y no se fueron del lugar hasta que no se puso por escrito el compromiso obtenido.


La movilización fue importante a pesar del mal tiempo. Más de 2.000 estudiantes, junto a una delegación de la Conadu Histórica, partieron de Plaza Houssey y marcharon al ministerio. Al llegar se realizó un acto en el que hablaron los representantes de las federaciones y los centros. Hernán Scoro, presidente del Centro de Estudiantes de Psicología, valoró la importancia de la movilización y destacó la votación del Centro de Psicología, que llamaba a concurrir el viernes 30 de Congreso a Plaza de Mayo con las siguientes consignas: Fuera Duhalde y el FMI, Por un nuevo Argentinazo, Asamblea Constituyente soberana.


Triunfo


Una vez finalizado el acto se resolvió instalar las carpas cortando la calle. El apriete policial no dio resultado y finalmente se forzó una reunión en el momento con Pugliese, secretario de Políticas Universitarias. La delegación que entró llevó el petitorio de las dos federaciones: pago de los 320 millones de deuda que el Estado mantiene con las universidades de los presupuestos 2001 y 2002, y un plan de becas para los estudiantes universitarios. Sobre este punto se enfatizó que la deserción estudiantil está creciendo a pasos agigantados y que la exigencia de 60.000 becas de 150 pesos mensuales apunta a combatir esta situación.


Luego de una fuerte negociación, Pugliese accedió a poner por escrito el siguiente compromiso: saldar de acá a diciembre las partidas adeudadas en cuotas semanales y realizar una nueva reunión junto con representantes del Ministerio de Trabajo para discutir un plan de becas. Una de las alternativas que se barajaron es la de extender el plan de Jefas y Jefes de Familia a la juventud universitaria.


Lo que viene


Hay que destacar que el acampe universitario abre una nueva situación en el movimiento estudiantil. Por primera vez los gremios estudiantiles elevan un pliego reivindicativo a las autoridades nacionales y muestran su disposición a continuar la movilización hasta el triunfo. Hasta el momento las luchas estudiantiles estuvieron ceñidas a rechazar las leyes gubernamentales que atacan la universidad o algún recorte presupuestario. Sin embargo, nunca llevaron sus propios reclamos frente al Estado, es decir, pasar a la ofensiva.


La UJS realizó una gran actividad luchando por el acampe tanto en los días previos como en la propia jornada. Esta decisión de garantizar la medida de lucha fue realizada junto con la dirección de la Fulp, en manos de Quebracho, y pasando por arriba de las posiciones del resto de la izquierda que se opuso al acampe, especialmente IU.


Ahora hay dos tareas fundamentales: garantizar el cumplimiento del acuerdo y empadronar masivamente a los compañeros que necesiten las becas para exigir la entrega inmediata de las mismas.