Universidad

11/10/2007|1013

UBA, MST: Un balance pesimista para cambiar de política

Llama la atención que una corriente ‘optimista’ como el MST, que caracteriza que existe una situación revolucionaria ininterrumpida desde hace más de dos décadas, o que ha saludado como triunfo obrero la restauración capitalista en los ex Estados obreros, vea en el gran triunfo de la izquierda en las recientes elecciones de la UBA un retroceso de las fuerzas que comandan la Fuba y un avance de la derecha.


¿Será que pasado el momento del optimismo le ha llegado la hora del bajón? No, se trata de una vulgar maniobra política. También Clarín dice que la izquierda retrocedió, para reclamar la liquidación del bloque que dirige la Fuba. Lo mismo dice el MST: “tenemos que reflexionar que… son necesarios cambios urgentes en las políticas y en los métodos que se aplican en muchas de nuestras organizaciones gremiales…”; los “balances unilaterales y de autobombo como los que hace tiempo impulsa el PO en la UBA, van a conducir a debilitar nuestras herramientas gremiales más temprano que tarde…”.


Pero el balance serio no es del MST. En Ciencias Sociales, una facultad de enorme importancia, armaron un frente con la gestión oficial y fueron derrotados por nosotros, los ‘troskos sectarios’. Es más, llevaron como candidato al actual y derrotado director de la carrera de Sociología, Lukas Rubinich, que en diciembre pasado llamó al gobierno nacional y a las camarillas a no escatimar en el uso del poder para hacer la Asamblea reaccionaria. ¡Fueron con un candidato que pidió — y consiguió — , la represión contra la Fuba!


Como se ve, el MST se hace autobombo pero con la derecha. Nosotros hemos rechazado pactar con el kirchnerismo y los centroizquierdistas ligados a los bloques de poder. Por eso no es casual que en la larga página de su prensa dedicada al balance del resultado electoral de la UBA, la “nueva izquierda” no denuncie ni una vez a los cuatro decanos progresistas que han pactado con los radicales de Alterini. Ante tanta ‘generosidad’ con los enemigos no nos queda otra que decir: ¡vivan los sectarios!


El problema final del MST es que no logra hacerse aceptar. Los K no lo quieren, los decanos ‘progres’ lo usan, los grupos independientes lo juzgan un aparato mezquino, y la izquierda combativa le recrimina su política de seguidismo a la derecha. ¡El MST-Nueva Izquierda es el único espectro unitario en un mundo lleno de sectarios!


Llamamos al MST a dejarse de joder y defender la unidad del bloque que dirige la Fuba.