Universidad

23/11/2019

UBA: un Consejo Superior para el pacto social ajustador

En el centro, el rector de la UBA, Alberto Barbieri

El viernes 18 de noviembre se realizaron las elecciones del claustro estudiantil en el Consejo Superior de la UBA. El mecanismo de elección es indirecto, los consejeros superiores son electos por los 52 consejeros directivos que surgieron de las elecciones de cada facultad.


 


La lista más afín al Rectorado que nuclea al macrismo estudiantil (Nuevo Espacio Económicas, EDI Psicología, MNR y LAI de Agronomía) y a sectores que militan en el Frente de Todos (UES, MLI de Ingeniería, Nuevo Espacio Medicina) sumó 29 votos y por lo tanto sacó 4 consejeros. La minoría estudiantil fue para la lista “UBA de Todxs” encabezada por La Cámpora y La Mella con 15 votos. Por nuestra parte, presentamos la lista “Izquierda en la UBA” junto al PTS aportando la UJS seis consejeros a la lista y sumando uno compartido por ambas organizaciones. La pérdida de la minoría estudiantil en Medicina y la mayoría en Filo, sumado al pasaje de La Corriente de Arquitectura al kirchnerismo nos dejaron sin los consejeros necesarios (11) para poder entrar al Consejo Superior.


 


La privatización de la UBA “es con todxs”


 


En los últimos cuatro años el Consejo Superior de la UBA se alineó con las políticas del gobierno de Macri, apoyando la resolución 1254 de devaluación de nuestros títulos y aceptando los presupuestos de miseria impuestos por el Congreso. Como consecuencia, la Universidad tiene más de diez mil docentes que no cobran por su trabajo y una crisis edilicia insoportable. El desfinanciamiento educativo para dar lugar a los llamados recursos propios, que no son ni más ni menos que el avance de la privatización universitaria, es una política diseñada desde el Banco Mundial y el FMI, razón por la cual todos los gobiernos la han aplicado y que todos los bloques políticos al interior de la UBA comparten. El bloque que se presenta como opositor al Rectorado (dirigido por la decana de Filosofía y Letras y el decano de Exactas) votó a favor de todos los posgrados arancelados y de los convenios con empresas, destacándose un convenio de 5 millones de dólares para poner una YPF en Ciudad Universitaria como parte el Parque de la Innovación del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. En este sentido, la única oposición a esta orientación en el Consejo Superior durante estos años fue la UJS que desde la minoría estudiantil denunció estos pactos contra la universidad y fue la voz de las luchas y los reclamos de estudiantes, investigadores, docentes y no docentes.


 


La UBA que se viene


 


El cogobierno entre radicales y peronistas que viene gobernando en la UBA mediante el tándem Alberto Barbieri- Emiliano Yacobitti se realineará con el gobierno de Alberto Fernández en pos de poder seguir desenvolviendo sus negocios. En ese sentido, el sábado 23 de noviembre el próximo presidente irá a Económicas, la casa de Barbieri y Yacobitti, a conmemorar los 70 años de la gratuidad universitaria. La paradoja de festejar la gratuidad en una facultad cuya devaluación de títulos se utiliza para montar Institutos privados para dar de manera paga contenidos básicos que deberían estar en la carrera es una muestra clara del carácter reaccionario que tiene “la unidad” entre el gobierno y las autoridades de la UBA. En este sentido, aquellas fuerzas políticas referenciadas con Alberto Fernández que en los últimos años mantuvieron una pose más hóstil hacia el Rectorado tenderán a una integración mayor, tal como ocurre con una reciente ruptura de Nuevo Encuentro en la Facultad de Farmacia y Bioquímica o como ocurrió en su momento con el MLI de Ingeniería. El caso de La Plata, en donde un rector radical logró integrar políticamente a todo el arco político de la Universidad (de la Franja Morada a La Mella) exceptuando a la izquierda es un anticipo. La presión por el pacto social reforzará al interior de la UBA la tendencia a la integración al Rectorado de las agrupaciones kirchneristas y filokirchneristas. No llamaría la atención entonces que la lista que sacó la minoría estudiantil se termine transformando en este contexto en la pata izquierdista de Barbieri.


 


Cómo seguimos


 


La nueva conformación del Consejo Superior es un golpe para el movimiento estudiantil y docente. En el último periodo, la voz de lxs docentes ad honorem, de lxs no docentes que se organizan por la obra social Dosuba, de lxs becarixs precarizadxs, de las pibas que reclaman la implementación ESI en los colegios y de lxs estudiantes se organizan en cada facultad contra el ajuste sobre las condiciones de cursada solo se escuchó en el Consejo Superior a través de la minoría estudiantil de la UJS. Ahora, el órgano máximo de la universidad va estar íntegramente conformado por los representantes de las camarillas profesorales, sean radical-macristas o PJ-kirchneristas.


 


La continuidad de las políticas fondomonetaristas de la mano de Alberto Fernández va a llevar indudablemente a fuertes choques al interior de la universidad. Lxs estudiantes que votaron a distintas variantes de las autoridades, y en particular al kirchnerismo, con la ilusión de que sean una vía de defensa de la universidad pública, deberán confrontar esas expectativas con el papel que estos se aprestan a jugar en el pacto social ajustador. Se abre una etapa de clarificación política al interior del movimiento estudiantil. Frente al Consejo Superior del pacto social, reforcemos la movilización independiente, en unidad con la clase obrera, para que la crisis no la paguen la educación pública ni lxs trabajadorxs.


 


Juan Winograd (Consejero superior 2017-2019) y Fernando Ramal (Apoderado de la lista Izquierda en la UBA)