La Universidad Nacional de Catamarca (UNCa) volverá a estar en manos de Flavio Fama. Fue electo por tercera vez como rector de la UNCa el 29 de junio pasado con los votos de Franja Morada (UCR-PRO) y el PJ.

 

De esta manera, continuará quién promovió los mecanismos de privatización, la injerencia de la Iglesia y la regimentación del movimiento estudiantil durante ocho años.

 

En las facultades, un pacto explicito

 

Las camarillas que gobiernan la UNCa definieron su continuidad a espadas de toda la comunidad educativa: se valen del mecanismo de elección indirecta para perpetuarse y convalidar el régimen privatista.

 

En el caso de las facultades de Derecho, Salud y Económicas, el PJ acompañó la reelección de las camarillas de Franja Morada, mientras que en Humanidades colaboraron con el voto para que la UCR volviera al decanato luego de cuatro años del gobierno K.

 

La UJS, por el contrario, denunció los acuerdos entre las camarillas y las agrupaciones residuales del kirchnerismo que van por la continuidad del ajuste en las facultades y que provocará el agravamiento de los aranceles, la crisis edilicia y el vaciamiento de los planes de estudio.

 

Una asamblea de privatizadores y oscurantistas

 

Las autoridades surgidas de las elecciones generales celebraron un pacto de cogobierno y una asamblea donde las voces de los estudiantes y los reclamos más sentidos brillaron por su ausencia.

 

Con la elección exprés de Fama pretendieron zafar del escandaloso acuerdo con el Obispado y la instalación de la Pastoral Universitaria en el campus universitario. No sólo un retroceso histórico para el desarrollo del conocimiento científico y una provocación a quienes luchan contra los curas violadores y por el aborto legal. También es la inserción del clero en los negociados existentes en la universidad a partir de La Alumbrera, el Plan Belgrano y los convenios con las corporaciones privadas.

 

Al mismo tiempo que se imputa a funcionarios de la Universidad Nacional de Tucumán por malversación de fondos del Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (Ymad), que puso de manifiesto los negociados de las camarillas, resulta significativo que no se haya presentado ningún tipo de balances de cuentas de la UNCa.

 

Sin dudas, esta asamblea que eligió a Fama tiene carácter reaccionario tanto en su forma como en su contenido; fue copada por los representantes de los intereses hostiles a la universidad pública, laica y gratuita. La representación de estas camarillas es la consecuencia de un régimen electoral que le da más de la mitad de los puestos directivos a un pequeño sector del claustro profesoral que tienen en como denominador común el hacer de la universidad una caja para sus negociados.

 

Una perspectiva en el movimiento estudiantil catamarqueño

 

La intervención del bloque de Consejero de la UJS cuestionó la legitimidad de la asamblea con una moción de orden que planteó su disolución para abrir paso a un proceso de democratización en base a la inclusión y deliberación de las grandes mayorías. La propuesta de la juventud del PO fue rechazada por el conjunto de la asamblea, Franja Morada y PJ, votando en contra.

 

Las conclusiones inmediatas refuerzan la necesidad de estructurar agrupamientos en cada unidad académica, sobre la base de la independencia política de la juventud. La lucha por expulsar a los agentes del capital de la universidad y colocarla al servicio de la clase obrera es la lucha contra el régimen capitalista que sostiene las actuales condiciones. Este es el camino para conquistar la democratización de la UNCa.

 

El segundo cuatrimestre tendrá elecciones de Centros de Estudiantes por facultad. La UJS se prepara para una nueva lucha política con el objetivo de recuperar el Centro de Humanidades.