Universidad

11/12/2017

Universidad de La Plata: Un presupuesto que profundiza el ajuste y la privatización

Las autoridades de la UNLP se aprestan a aprobar este martes en el Consejo Superior el presupuesto 2018, que ratifica un camino de ajuste y privatización.


El aumento previsto del 26% respecto a 2017 apenas alcanza para perpetuar la situación actual. Con este presupuesto no puede abordarse ninguno de los problemas que viene padeciendo la comunidad educativa. La planta docente permanece congelada, con una relación docente-alumno que se agrava cada año, mientras la ausencia de bandas horarias en la mayoría de las facultades pretende cubrirse con el trabajo gratuito de docentes “adscriptos” o “colaboradores” de cátedra. A esto se suma la carencia de herramientas y materiales para hacer nuestros trabajos, el colapso del comedor universitario y un escaso esquema de becas mientras crece la carestía.


A su vez, el proyecto pone un tope de $6.000 en las “becas de experiencia laboral”, que en numerosos casos sirven para que los estudiantes cumplamos tareas no docentes de la mano de las pasantías truchas donde se nos usa como mano de obra precarias en el Estado y en empresas.


La privatización y la Asamblea Universitaria


Ante la insuficiencia de este presupuesto, las autoridades han comenzado a “gestionar" partidas extraordinarias a través del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), un mecanismo que subordina la entrega de fondos al acompañamiento del Plan Maestro del gobierno y sus reformas anti educativas.


El otro recurso es el del “auto-financiamiento”, habilitado desde la Ley de Educación Superior menemista. La UNLP se jacta de ser la universidad con mayor cantidad de pos-grados (arancelados), y acaba de inaugurar un verdadero monumento a la privatización educativa con la reapertura del edificio Karacachoff (ex Tres Facultades), que será de uso exclusivo para cursos arancelados. Estos recursos, al igual que las partidas extraordinarias y los convenios celebrados con grandes capitalistas –como Techint, Bagó y Monsanto– son manejados a espaldas de los órganos de cogobierno, como verdaderas cajas negras del Rectorado y los decanatos.


Esta política es sostenida por un gobierno de camarillas, que unifica a radicales, pejotistas y camporistas detrás del rumbo de la "contrarreforma" macrista. La Asamblea Universitaria de abril del año que viene será un escenario de clarificación, porque aglutina a todos los decanos detrás de la candidatura a rector (por tercera vez) de Tauber, de la UCR-Cambiemos.


Por la organización independiente de estudiantes y trabajadores


La conducción de la FULP (La Mella-Miles) convocó, un día antes de la reunión de Consejo Superior, a una movilización testimonial que no fue discutida en ninguna instancia representativa y hasta evitó tomar posición sobre el presupuesto. El planteo de estos grupos apunta a poner incidir en la disputa por el “reparto interno” de la miseria, en calidad de lobbystas de los decanos peronistas.


La UJS irá al Consejo Superior a rechazar este presupuesto de ajuste y privatización. Convocamos a los estudiantes a organizarse con un programa de lucha: por la duplicación del presupuesto educativo, por el financiamiento único estatal contra la injerencia del mercado capitalista y los aranceles en la universidad, por la apertura de los libros contables del Rectorado y todos los decanatos, para abordar los reclamos de docentes, no-docentes y estudiantes. La organización independiente de la comunidad educativa es necesaria para pelear por nuestras reivindicaciones.


Tal como planteamos en las elecciones estudiantiles, vamos por un movimiento que enfrente esta orientación política y social y confluya en el rechazo a la Asamblea Universitaria reaccionaria.


 


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