Universidad

27/3/2018

Universidad de Moreno: la Franja Morada contra la memoria de los desaparecidos

Un revuelo se ha producido en los últimos días en la Universidad Nacional de Moreno (UNM). Es conocido por la comunidad local que el edificio donde funciona la casa de estudios (el ex-Riglos) funcionó como centro de alojamiento ilegal para los hijos de compañeros detenidos-desaparecidos, durante la dictadura genocida. En función de esta historia, el Taller Protegido TADIM (Taller de Ayuda al Discapacitado de Moreno), señalizó la universidad pintando las huellas y los nombres de los niños apropiados por los militares. Toda la comunidad aplaudió la actividad, pero la bronca estalló cuando el rector Hugo Andrade (kirchnerista) mandó a borrar las huellas.

 

A partir del comienzo del cuatrimestre, desde el frente estudiantil Colectivo 1918 del que formamos parte, nos propusimos restaurar las huellas como forma de repudiar la acción de las autoridades, que defienden como a un señorío “los espacios públicos” de la universidad. Una vez lanzada la convocatoria, la Franja Morada (que intenta desembarcar este año en la UNM), lanzó una campaña desde las redes sociales, primero con un “plebiscito” trucho sobre las huellas, luego apelando a una campaña con cuentas trolls, provocaciones y toda clase de chicanas e insultos racistas y misóginos, siempre contra quienes realizaremos la restauración.

 

Lo llamativo de la campaña es la persecución en las redes que establecieron contra la 1918. Sus militantes y dirigentes atacaron la memoria de los desaparecidos, echando mano de la teoría de los dos demonios, negando que sean 30 mil los desaparecidos, y en el caso de su referente, Mauro Lencina, acusando a los desaparecidos de “delincuentes”. Esta clara provocación al conjunto de trabajadores y estudiantes tuvo que ser repudiada hasta por el propio CEUNM, que cuenta con el apoyo del rector y es dirigido por el pejotismo junto a Sur. La Franja Morada establece en la UNM una campaña a la medida de los genocidas, en sintonía con las domiciliarias que impulsa el gobierno nacional.  

 



El miércoles 28/3 restauraremos las huellas y repudiaremos este accionar contra la memoria de los desaparecidos, por parte del rectorado y Franja Morada. Es necesario que el movimiento estudiantil repudie estas provocaciones y se sume más que nunca a una lucha independiente en las universidades, contra la impunidad y la represión de Macri, los gobernadores, y su pata estudiantil.